viernes, 5 de febrero de 2010

LA EVALUACIÓN FINAL

¿Creo que al terminar cada curso, nos deberíamos preguntar cómo terminamos?

Qué cómo termino yo, pues podría decir que sobreviví al proceso, me explico. Durante esta asignatura hemos pasado por un sinfín de cosas, desde la rosa de los vientos, el momento en que nos convertimos la gran mayoría en observadores, el momento en que presentamos música, la presentación de los trabajos de investigación y finalmente la foto de familia. Creo que en pocas clases se tiene la oportunidad de participar tanto y de una forma tan amena.

Qué diría que es la deficiencia de esto, creo la mayoría de los componentes del grupo, que nos resistimos por etapas a participar en una actividad de aprendizaje diferente, pero y a qué se le puede atribuir tanto derroche nuestro de tiempo. Creo que a la inmadurez de nuestras grandes calzas, que no nos permiten bailar al son que nos pongan, sino al que ya “tenemos puesto”

Es triste, pero indudablemente creo que esa es la situación, pero, me pregunto por qué la gente no suele reaccionar de manera positiva, creo que está relacionado con lo anteriormente dicho “nuestras calzas” las tenemos ya tan confeccionadas que permitir que alguien las intente retocar es muy difícil. Es precisamente esta la cuestión que podría decir, si bien es nimia, es algo claro que me quedo en clase. Hay estudiantes que asisten a clases para aprender y después ser reflexivos y hay otros tantos que simplemente asisten aprehender.

Creo que es una buena propuesta para impartir clases, que elimina los exámenes y que incita al estudiante a PROFESIONALIZARSE.

Lo bueno

  • El trabajar fuera de clase

Primero me lleve una grata sorpresa cuando nos dijo el profesor que nos podríamos salir a buscar información fuera de clase, dije “a que bien me voy a tomar unos cafecitos” pero creo que según fueron transcurriendo los días fui comprendiendo el motivo de trabajar fuera de clase. El trabajo no lo hace el profesor, el trabajo lo hace.

  • El utilizar una vía alterna de comunicación

La utilización del Blog como medio alterno por medio del cual entregar los trabajos te transporta a dos dinámicas, la primera el auto aprendizaje, debido a que uno a la edad que mantiene es responsable de sus asuntos totalmente y segundo, me transporta a esta era cibernética en la cual nos encontramos.

  • El leer poesías y la música al iniciar la clase, el ejercicio de respiración.
  • La música que llevamos y el compartirla con los demás.

Lo que falto

  • El trabajo en equipo

Creo que los trabajos no se llegaron a consolidar y es que a pesar de que eran interesantes creo que las presentaciones restaron mucha calidad, ya que el proyecto no termina hasta que se presenta. Digo esto porque la mayoría de los que asistimos a clases e incluyendo al menos mi participó dentro de mi equipo creo se pudo haber hecho un trabajo mejor.

  • Profundizar más en el temario

Sin embargo puedo decir que me quedo satisfecho con el profesor, por la siguiente razón, creo tuvimos libertad suficiente para enfocar la asignatura y diseñarla según nos interesara, cosa que no suele pasar o supongo nunca pasa en una universidad.

Creo que si tuviera que quedarme con un momento, el que siempre recodaría sería esa primera clase, en la que se nos ofreció algo diferente, APRENDER DE UN MODO DIFERENTE “ENSEÑAR APRENDIENDO

Y la gran reflexión, como ya he venido mencionando, sería : de verdad los estudiantes buscamos una metodología de enseñanza diferente o es que sólo evadimos nuestras responsabilidades de universitarios. Trabajar en conjunton con el profesor.

Gracias Carballo, por lo bueno, lo malo y sobre todo, y lo más importante, por intentar cambiar este sistema de impartir clases.


CAPÍTULO OCHO

CAPÍTULO OCHO

LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

En el capítulo octavo, Sweezy, trata sobre la naturaleza de las crisis de tipo capitalista, citando a diferentes autores, puesto que Marx no llegó a realizar un análisis completo de esta materia. Cuando trata de la producción simple de la mercancía y las crisis, indica que en las condiciones de la producción de mercancías en el sistema capitalista, el sistema de transacciones se ha convertido en Dinero-Mercancía-Dinero, mercancía contra dinero y dinero contra mercancía, por lo que el acto del cambio se divide en dos partes, la compra y la venta, en el que el uso de la moneda es clave, puesto que es homogénea y permite posponer tanto el acto de compra como el de venta. Al poder posponer o interrumpir este intercambio, se puede iniciar un proceso que afecte a toda la economía, la cual necesita de este circuito en constante movimiento: producción-consumo. Si este circuito se interrumpe se produciría la sobreproducción, la cual podría provocar la crisis. La ley de Soy sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción, ya que a una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad. Marx dedicó a esta Ley una crítica en el momento en que Ricardo negaba la posibilidad de la sobreproducción general. En la forma de circulación M-D-M propia del sistema de producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Pero en la forma D-M-D, las dos “D” representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor. Ante la relación entre D-M-D y el problema de la crisis, hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia. El circuito de transacciones del capitalismo se realiza para la expansión del valor del dinero, por ello se pone el mismo en circulación, para obtener una mayor cantidad tras el proceso. Pero esta circunstancia solo se da para el productor capitalista, no para los trabajadores, que venden su fuerza de trabajo para conseguir mercancías que garanticen su subsistencia. Por lo tanto, el capitalista centra su interés en elevar lo máximo posible su tasa de ganancia. Si el productor capitalista advierte que el incremento de capital no va a ser tal, no dudará en retirar dicho capital de la circulación, al menos durante un tiempo. Si el incremento del capital desaparece o se vuelve negativo, el capital será retirado, se reducirá la circulación del dinero y comenzará una crisis. Si el incremento del capital no es tanto como se esperaba, se reducirán sus acciones. Puede ocurrir que se retire el dinero del mercado, pero si el capitalista desea seguir siéndolo, deberá reinvertirlo. En el caso de que la crisis ocurra en tan solo una industria, el capital se moverá hacia otras, pero en el caso de que sea una crisis generalizada se tendrá que posponer la reinversión hasta que aparezca un momento más favorable. Ahora bien, la posibilidad formal de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y el capitalismo, porque las interrupciones de compra-venta afectan al proceso en los dos casos. La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejaría de existir. También podría ocurrir, un descenso en dicha tasa y que los capitalistas redujeran sus operaciones lo bastante como para producir una crisis. En esos momentos, el capitalista debería elegir entre, introducir capital en el circuito o conservarlo, aunque pronto tendría que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista. Lo que puede suceder, es que ese aplazamiento del capital puede haber producido ya una interrupción y provocado la sobreproducción y la crisis, pero hay que decir, que no es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis; sólo con el descenso de ella puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y que dé lugar a una crisis. Se puede afirmar, que existen dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde una perspectiva causal, los dos tipos plantean problemas diversos: en un caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor; y en el otro, tiene que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda de mercancías, en el sentido de ser insuficientes para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en ambos los casos, es un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia, precisa un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.

CAPÍTULO SEIS

CAPÍTULO SEIS

LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA

A medida que se va produciendo la acumulación de capital paralelamente se va dando una mejora en la mecanización del proceso productivo. El mismo factor trabajo operando con un equipo más eficiente produce más rendimiento pero a su vez el capitalista tiene que realizar un desembolso en maquinaria y equipo respecto del desembolso total (composición orgánica del capital). Marx con su Teoría de la Ley quería mostrar los obstáculos por los que la producción capitalista no se desarrollaba indefinidamente. Esta ley consiste básicamente en que la composición orgánica del capital (0) es inversamente proporcional a la tasa de ganancia (g), suponiendo que la tasa de la plusvalía (p’) es constante. g=p’ (1-o) Una composición orgánica ascendente significaría que la productividad del trabajo crece pero a su vez es la tasa descendente de la ganancia y el fin del desarrollo capitalista.2. Las causas contrarrestantes Para Marx existen 6 “causas contrarrestantes” que anulan la “ley de la tasa descendente de la ganancia”, Sweezy solo examina cinco: 1. Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso creciente de maquinaria eleva la productividad del trabajo pero disminuye el valor por unidad del capital constante. Un aumento en la composición orgánica del capital, hace bajar el valor del capital constante actuando como correctivo.2. Aumento de la intensidad de explotación. Está relacionado con prolongar la jornada de trabajo. La tasa de la plusvalía aumenta ya que el trabajo necesario se realiza en menos tiempo y se realiza más trabajo excedente.3. Depresión de los salarios más abajo de su valor. Los capitalistas reducen los salarios cada vez que pueden.4. Sobrepoblación relativa. El uso creciente de maquinaria deja a cierto número de trabajadores libres, para que éstos no estén desocupados se crean nuevas industrias en las que la composición orgánica del capital es baja por lo que la tasa de ganancia es alta.5. Comercio exterior. En el comercio exterior en muchas ocasione se pueden obtener materias primas más baratas que las producidas en el propio país.3. Una crítica de la ley Sweezy se pregunta si es correcta la suposición de que la tasa de la plusvalía permanezca constante. Si aumenta la productividad del trabajo con la tasa de plusvalía constante, aumentarán los salarios reales por lo que esto beneficiaría tanto al trabajador como al capitalista ya que el tiempo que emplea el trabajador para sí y para el propio capitalista es el mismo y los dos se benefician de esta situación. Sweezy duda de que esto sea correcto. Según Sweezy la productividad del trabajo trae consigo tener trabajadores de reserva, éstos ejercen un efecto depresor de los salarios que a su vez tienden a elevar la tasa de la plusvalía. El trabajo pasado es capital constante y actúa como competidor y, por lo tanto, represor de las demandas del nuevo trabajo. Aunque Marx ya lo menciona en una de las causas contrarrestadoras de la ley, Sweezy mantiene que este efecto es una parte integrante del proceso productivo y no se debe dejar de lado. El autor demuestra que en multitud de pasajes Marx habla de cómo al aumentar la composición orgánica del capital aumenta la productividad del trabajo y ésta última, a medida que aumenta, va seguida de una más alta tasa de plusvalía. Teniendo en cuenta que tanto la productividad del trabajo como la tasa de plusvalía son variables, entonces sería muy difícil saber hacia dónde se dirige la tasa de ganancia. La tasa de ganancia disminuiría si el porcentaje de aumento de la tasa de plusvalía es menor que el porcentaje de disminución del capital variable respecto del capital total (1-composición orgánica del capital), (1-o).A partir de aquí el autor se cuestiona si Marx ya tuvo en cuenta esto y formuló la tasa de plusvalía como constante ya que la composición orgánica aumentaría mucho más que ésta y dominaría los cambios en la tasa de ganancia. Muchos escritores marxistas subsecuentes han tomado la composición orgánica en términos físicos asignándole grandes cambios. Sin embargo Sweezy mantiene que es una expresión de valor, por lo tanto, debido al aumento de la productividad del trabajo de manera constante, no se puede asignar el crecimiento en el volumen de materiales y maquinaria por obrero a los cambios de la composición orgánica del capital. Sweezy argumenta que no hay ninguna suposición por la que los cambios en la composición orgánica serán tan superiores como para dominar los movimientos de la tasa de ganancia. Por tanto, según palabra de Sweezy “la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia por Marx no es muy convincente”. A continuación Sweezy hace una aclaración en la que dice que la tasa de ganancia si puede bajar solo que no se puede demostrar que baje tomando como punto de partida la composición orgánica ascendente del capital. Es más, la acumulación de capital trae consigo una constante disminución de la tasa de ganancia y que el capitalista mediante la introducción de ciertos recursos procura mantener la tasa de ganancia en el nivel anterior a la disminución. Por último Sweezy mantiene que hay otras fuerzas que tienden a elevar o a disminuir la tasa de ganancia: 1. Sindicatos. Los trabajadores de reserva ya mencionados son un obstáculo importante para los obreros por lo que éstos se agrupan en sindicatos para poder controlar la oferta de trabajo. Por tanto, ejercen un efecto depresor en la tasa de ganancia.2. Acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Son por ejemplo la limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro contra el desempleo, etc. Tienden a reducir la tasa de ganancia.3. Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición del capital frente al trabajo, por lo tanto, ayudan a ascender la tasa de ganancia.4. Exportación del capital. Impide que la acumulación de capital imprima todo su efecto depresivo en la tasa de ganancia.5. Formación de monopolios. Los capitalistas individualmente forman monopolios para mejorar su propia tasa de ganancia.6. Acción del Estado en beneficio del capital. Un ejemplo son las tarifas protectoras.

CAPÍTULO CINCO

CAPÍTULO CINCO

LA ACUMULACION Y EL EJERCICIO DE RESERVA



El capitulo comienza con la análisis de la estructura del capitalismo de Marx, que ha llamado “Reproducción simple”. Este concepto consiste en que la escala de la producción no cambia de un año a otro. Esta producción se divide en dos grandes ramas: Producción de medios de producción; producción de artículos de consumo El capital constante empleado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al capital variable más la plusvalía de la rama que producen los medios de producción. Es la condición básica de la “Revolución simple”, es la oferta total de mercancías. Aparte de estas dos categorías de producción existe el ingreso, que se divide en tres categorías:- El ingreso del capitalista que debe gastar en medios de producción para mantener su posición.- El ingreso del capitalista que es libre de gastar en el consumo.- El ingreso del trabajador. Estos tres constituyen la demanda de mercancías. Para que haya un equilibrio en este sistema, la suma de la demanda y de la oferta de mercancías debe balancearse. Este sistema no existe en la realidad. “La reproducción simple” omite de tener en cuenta el interés del capitalista a ampliar su capital, omite la acumulación del capital que constituye la fuerza motriz del desarrollo del capitalismo. Un factor de los capitalistas para la acumulación es emplear los métodos técnicos más avanzados y eficientes. El objetivo es obtener más plusvalía. Marx la va a llamar la “Reproducción Ampliada”. Este concepto muestra la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación se tiene en cuenta (cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía). La acumulación conlleva un aumento de la demanda de fuerza de trabajo, pero la fuerza de trabajo no se vende a su valor, no hay igualdad entre fuerza de trabajo y salarios. La plusvalía depende de la diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce. La solución de Marx a este problema es el “Ejército de reserva de trabajo”. Consistente en obreros desocupados que, mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante hacia abajo en el nivel del salario. El empresario reduce el salario sustituyendo empleados por maquinas. El principio del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición particular sobre la población para Marx. Es lo que lo opone a las teorías clásicas. En las teorías clásicas, los salarios se regulan según factores externos al sistema como la población. En la teoría de Marx son principalmente las innovaciones tecnológicas las que se utilizan para economizar trabajo, como se recluta el ejército de reserva, y solo por la existencia continua del ejército de reserva deben existir la plusvalía y la clase que ella sostiene.

CAPÍTULO CUATRO

CAPÍTULO CUATRO

PLUSVALÍA Y CAPITALISMO



En este capítulo el autor trata de explicar la diferencia entre producción de mercancías en general y capitalismo. En la producción simple el productor tiene los medios con los que él mismo trabaja, bajo el capitalismo la propiedad de los medios y el trabajo realizado corresponden a grupos diferentes de individuos, asimismo, tanto fuerza de trabajo como medios de producción en el capitalismo son considerados como mercancías poseedoras de valor de cambio. Aquí radica una de las características clave para identificar el capitalismo: la compra y venta de la fuerza de trabajo. Otra de las diferencias que encontramos es la desigualdad en el circuito de transacciones realizadas en ambos sistemas, siendo Mercancía-Dinero- Mercancía en la producción simple, en el que la mercancía final tiene un valor de cambio mayor y Dinero- Mercancía- Dinero en el capitalismo, en el que la última cantidad de dinero es superior y éste es el objeto de toda la transacción. Este incremento de dinero es lo que Marx define como plusvalía. Más adelante, encontramos una reflexión sobre lo que significa la adquisición de la fuerza de trabajo, que no es más que la adquisición del propio trabajador por cierto periodo de tiempo, el valor de esta mercancía se determina en función del valor de los medios de subsistencia que necesita el trabajador para su mantenimiento. Esto nos conduce al análisis de la plusvalía, ¿cómo se consigue ésta? Se consigue debido a la combinación que realiza el trabajador de trabajo necesario y trabajo excedente, en el que trabajo necesario corresponde al equivalente para la manutención del trabajador y el excedente es mediante el que el poseedor de medios de producción obtiene su plusvalía. En último término hallamos un análisis más técnico de los componentes del valor existentes, tales como el valor total de una mercancía (= capital constante+ capital variable+ plusvalía), así como la tasa de plusvalía (proporción de la plusvalía respecto al capital variable), la tasa de explotación y la composición orgánica del capital.

CAPÍTULO TRES

CAPÍTULO TRES

EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO


En toda sociedad, desde la más primitiva hasta la más avanzada, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. El valor del cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo, y es en este sentido como la teoría del valor ha constituido el punto de partida tradicional de la moderna economía política. Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo, o sea, en otras palabras, que las mercancías cuya producción requiere un tiempo igual se cambian sobre la base de uno por uno. Tenemos que introducir dos calificaciones obvias. En la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el “socialmente necesario”, es decir, necesario en las condiciones sociales existentes. “El tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado”. En segundo lugar, el trabajo más calificado que el trabajo medio –o simple- debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos. En la práctica, las diferencias en pericia pueden ser el resultado de una combinación de diferencias de habilidad y diferencias de entrenamiento. La influencia ejercida por la habilidad y el entrenamiento solo se hace sentir lentamente y de modo imperfecto, y con frecuencia en formas no evidentes. Por esta razón Marx hizo notar que “las diferentes proporciones en que diferentes clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado como su norma, son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y, en consecuencia, parecen ser fijadas por la costumbre”.


El papel de la competencia


Del ejemplo del ciervo y del castor de Adam Smith se deduce que: los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentarse en el curso del cambio, transfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra. Dada esta clase de competencia en una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. La relación de demanda y oferta esta explicada en el volumen III del Capital, otros autores como Oskar Lange lo definen como un “mecanismo equilibrador”, Marx sigue su línea de explicación en Valor, precio y ganancia así: “En el momento en que oferta y demanda se equilibran mutuamente, y, por lo mismo, cesan de actuar, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real.”


El papel de la demanda


Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: en primer lugar, la información sobre el costo relativo en trabajo, del castor y el ciervo; y en segundo lugar, la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y de otro. Con esta información se puede determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad en cuestión. Es un “equilibrio” por que define el estado de las cosas que, si no ocurre ningún cambio en las condiciones básicas, persistirá; y es “general” porque no solo se establece el valor relativo del castor y del ciervo, sino que también se establecen las cantidades de castor y de ciervo producidas y la distribución de la fuerza de trabajo en la sociedad. En la medida que se acepta la proposición de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, parecería que no podemos escapar del todo a la conclusión de que los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción, más bien por la vía de las valuaciones subjetivas de los consumidores. En el anterior capitulo hemos visto que la teoría del valor está hecha para tomar plenamente en consideración las relaciones productivas peculiares a la producción simple de mercancías. En el capitulo siguiente se explica cómo la teoría de la plusvalía sostiene este criterio en el caso del capitalismo, que es una forma avanzada de producción de mercancías. Los economistas ortodoxos, aunque en su mayoría abordan el problema del valor por la vía de una teoría de la opción de los consumidores, se han visto generalmente obligados en la práctica a reconocer la primacía de la producción y de la distribución del ingreso, siempre que tocan las cuestiones de la evolución económica. Schumpeter es uno de ellos, quien observa que aun los cambios espontáneos en los gustos de los consumidores no tendrán probablemente importancia, a menos de que ocasionen transferencias en el ingreso real. Lo que a Schumpeter realmente le interesa son los ciclos económicos y las tendencias de desarrollo del sistema capitalista, para él la teoría de la opción de los consumidores es poco o nada pertinente. Otros analistas del ciclo económico son los keynesianos. La demanda juega un papel muy importante en su análisis, pero lo que tienen que decir de ella está dominado por la distribución del ingreso, esto es, por las relaciones de producción existentes.


“Ley del valor” vs. “Principio de planeación”


Lo que Marx llamaba “la ley del valor” resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula:

· Las proporciones del cambio de mercancías,

·
La cantidad producida de cada una y,

·
La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.


La condición básica para la existencia de una ley del valor es una sociedad de productores privados que satisfagan las necesidades por el cambio entre ellos. La ley del valor es esencialmente una teoría de equilibrio general desarrollada en primer término con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. La función de la ley del valor consiste en explicar cómo sucede esto y cuál es el resultado.


El valor y el precio de producción


El precio según la expresión de Marx en el capital, es la expresión monetaria del valor. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales; las desviaciones no son arbitrarias ni carecen de explicación, la teoría del precio de producción contradice a la teoría del valor, es, por lo tanto, todo lo contrario de la verdad.


Precio de monopolio


La introducción de elementos de monopolio en la economía, dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones de valor cualitativo, no. La existencia del monopolio en sí misma no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías: la organización de la producción a través del cambio privado de los productos individuales del trabajo. Esto quiere decir que aun bajo condiciones de monopolio podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades del tiempo de trabajo, a pesar del hecho de que las relaciones cuantitativas precisas implicadas en la ley del valor han dejado de ser válidas.

CAPÍTULO DOS

CAPÍTULO DOS

EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO


Marx define la mercancía como lo producido por el hombre para el cambio, siendo éste el que produce la división del trabajo y que aunque la producción de mercancías no es una expresión directa del hombre, sí es la forma inevitable de vida económica, estando condicionada históricamente. En contraposición está Adam Smith, que dice que la causa del aumento de la producción está en la división del trabajo. Así es ésta la que provoca el cambio, y no la producción, como diría Marx. Para éste último, la producción esconde relaciones sociales subyacentes, ya que las mercancías son fruto de distintos trabajos relacionados entre sí, y es el economista el que debe descubrirlas, afirmando que la economía política ha de adquirir también carácter cualitativo y no sólo cuantitativo. Es aquí donde los métodos de economía política toman relevancia más allá de lo puramente cuantitativo, y pasan a los cualitativos. El valor de cambio de Smith es de validez cuantitativa, pero la economía política de Marx contiene elementos cualitativos:- Valor de uso (de utilidad): Es la relación que existe entre el consumidor y el objeto consumido, es lo que ahora se llamaría “utilidad”, y Marx lo apartaba de su estudio de economía política. Pero esto no resta valor al valor de uso en la economía política, sino que es igualmente esencial para la producción, para el consumo, por lo que no aparece excluido de los factores que dictan los fenómenos económicos.- Valor de cambio (que producido por la división del trabajo y la producción privada) como forma exterior de relación social entre los propietarios de mercancías y los productores individuales que trabajan aisladamente de los primeros. Aquí también existe un valor oculto en las mercancías, que es el trabajo abstracto (importante concepto en el pensamiento de Marx al ser el denominador común de todas las mercancías), una abstracción del propio capitalismo y no dictada por Marx, dice Sweezy. Así, la importancia del volumen total de la fuerza de trabajo social y de su nivel general de desarrollo, provee una porción de trabajo humano respecto a la demanda cambiante del capitalismo. Dice que la indiferencia es típica en la sociedad capitalista en cuanto a los particulares trabajos, donde los individuos pasan fácilmente de un trabajo a otro para generar riqueza.- Trabajo y valor: El trabajo tiene dos aspectos clave, uno correspondiente al valor de uso, y otro al valor de la mercancía que produce. La relación existente del valor con el trabajo es cualitativamente una parte misma del trabajo pues es fuerza humana creadora de mercancías. Por otro lado, es fuerza humana gastada en torno a un fin específico, siendo un atributo útil que produce esos valores de uso.- Trabajo abstracto: Este concepto hace referencia, en palabras textuales de Marx, al “trabajo en general”. Esto permite comprobar que la suma de la fuerza de trabajo social susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad. Presupone que el capitalismo es una fuerza muy superior a las demás formas anteriores de sociedad.- La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor: Es obvio que las tareas más significativas del ámbito cuantitativo están basadas en datos de análisis cualitativo, y a esto llegó Marx tras su periplo metodológico, que le hizo modificar poco a poco sus ideas y perfeccionarlas. Y es que, por el mero hecho de que una mercancía es un valor, ha tomado parte de la actividad que produce la riqueza de la sociedad, y aquí las simplificaciones en abstracto, como conceptos cualitativos, sirven como categoría cuantitativa, diferente del valor de cambio, que a su vez proporciona la magnitud del valor de cambio.- El carácter fetichista de las mercancías: Marx dijo en El Capital que la relación entre los hombres en la producción de mercancías “adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Y esto sólo es alcanzable cuando llegados a un punto en la historia en el que la producción de mercancías está tan desarrollada que su materialización en las relaciones sociales es concluyente. Y de esta manera el orden social derivado de ello se convierte en, según Lukacs, una “segunda naturaleza”. Y es que, además, se ve al sistema actual como verdadero, como óptimo, y a los demás anteriores sólo como meras fases imperfectas, antesalas del capitalismo perfecto y puro en todas sus categorías, dando poder autónomo a cada uno de los factores de producción, pero que no deja de ser una mistificación del modo de producción capitalista. Sweezy dice que aquellos defensores del capitalismo, los que viven bajo sus formas, admiten al mismo como una representación de las relaciones sociales. Es decir, que aunque se puedan hallar ocultas, las relaciones sociales derivadas del sistema capitalista han dado otra racionalidad a la economía dejando ver que sin el capitalismo el desarrollo sería inimaginable. Pero es que, del mismo modo, afirmamos y reconocemos, casi sin pensar en ello, que cada uno somos propietarios de una mercancía, y los que sólo disponen de la del trabajo no están ya exactamente en el plano igualitario, que se supone determina el condiciones prescritas por los que poseen los medios de producción; es decir, está siendo explotado. Capitalismo y la teorización del concepto de mercancía, pues el que posee sólo su fuerza de trabajo está por debajo del terrateniente y no sabe que está obligado, subyugado, a las a las condiciones prescritas por los que poseen los medios de producción; es decir, está siendo explotado.

CAPÍTULO UNO

CAPÍTULO UNO

EL MÉTODO DE MARX

En este primer capítulo intentan explicar los principales conocimientos de la actitud de Marx ante la economía política. Marx era un partidario del método abstracto-deductivo. Él aceptaba y practicaba el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo concreto. El principio de la abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimiento, por lo tanto debe uno decidir de qué hacer abstracción y de qué no. Aquí surgen dos cuestiones.la primera qué problema examinamos; y la segunda cuáles son los elementos esenciales del problema. Es de importancia distinguir y poner de relieve lo esencial en contraste con lo llamado no esencial. Pero a fin de hacer esto posible debemos saber qué es esencial. Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésa es la tarea específica de la abstracción. Pero ¿por dónde empezar?, ¿cómo distinguir lo esencial de lo no esencial? La metodología puede plantear estas cuestiones pero no puede suministrar respuestas ya hechas. En la práctica, se precisa formular hipótesis acerca de lo esencial, profundizar en estas hipótesis y comprobar las conclusiones con los datos de la experiencia. Debemos tratar de identificar sus hipótesis clave y descubrir, si es posible, de dónde las obtiene y cómo desarrolla sus implicaciones. En el famoso prefacio a la Crítica de la economía política. Una declaración de Marx relativa a su desarrollo intelectual durante esos años decisivos. Esto, deja claro que la principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. La Economía Política es importante por sí misma, porque es en su esfera donde el ímpetu del cambio social ha de encontrarse. Marx no trataba de reducirlo todo a términos económicos. Intentaba poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. La clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción. Marx se dedicó un estudio completo de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción. Siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubrió lo que él llamo conflictos de clase. Así, el Manifiesto Comunista (1847), después de una nota introductoria comienza: “La historia de todas las sociedades que han existido hasta aquí es la historia de la lucha de clases”. Las fuerzas económicas en acción se manifiestan en conflictos de clase bajo el capitalismo como bajo las formas anteriores de la sociedad. Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflicto de clase. Éstos son los elementos esenciales que deben ser aislados y analizados por el método de abstracción. Los economistas clásicos estaban también muy interesados en las raíces económicas de los conflictos sociales para el antagonismo social que ocupaba la mayor parte de su atención, tanto intelectual como emocional, era el conflicto entre capitalistas industriales y terratenientes. En consecuencia, subrayan mucho, la cuestión de la tierra y del ingreso derivado de la propiedad de la tierra... Marx escribió “Nada parece más natural que empezar con la renta, con la propiedad agraria, puesto que está ligado a la tierra, la fuente de toda producción y de toda vida, y a la primera forma de producción en todas las comunidades más o menos establecidas, a saber, la agricultura”. “El capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa” significa para Marx que la relación económica principal es la que existe entre capitalistas y obreros. “La relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción”. Marx considera que la sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”. Esta relación debe ser el centro de la investigación; el poder de abstracción debe ser utilizado para aislarla. Requiere un procedimiento que implica dos pasos:1) Todas las relaciones sociales, exceptuando las que existen entre capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, sólo en una etapa ulterior del análisis.2) La relación capital-trabajo debe reducirse a su forma o formas más importantes. Se refiere a las características y tendencias estructurales de toda la sociedad. “Nos ocupamos de los individuos –escribió Marx en el prefacio a El capital- sólo en la medida en que son personificaciones de categorías económicas, de peculiares relaciones e intereses de clase”. El propósito legítimo de la abstracción en la ciencia social no es nunca alejarse del mundo real sino más bien aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva. Cuando decimos que estamos operando en un alto nivel de abstracción se quiere decir que estamos considerando un número reducido de aspectos de la realidad.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN-ANEXO

ANEXO

ENTREVISTAS

Entrevista:

Taiwan y la crisis de los Dragones Asiáticos.

La siguiente entrevista consta de diez preguntas de respuesta libre. No es obligatorio responder a ninguna pregunta aunque se ruega dejar al menos un pseudónimo de identificación. El objetivo de la entrevista es analizar el impacto que tuvo en un residente de Taiwán la crisis crediticia de 1997-1999 con el fin de ver las impresiones que diez años después ha dejado dicha crisis y constatar si existe un recuerdo de la actuación del gobierno de turno y los organismos internacionales competentes.

1. Nombre y apellidos o pseudónimo:

José Ramón Álvarez

2. Profesión:

Profesor de universidad

3. ¿Cuánto tiempo lleva viviendo en La República de China? ¿Residía en La República de China en el periodo 1997-1999? si/no

Resido en Taiwán desde 1976

4. ¿Qué motivos le llevaron a vivir en La República de China?

Contrato de profesor del recién abierto Departamento de Español de la Universidad Fujen

5. ¿Recuerda la situación general del país en el periodo 1997-1999?

No muy bien ya que mi profesión no sufrió directamente de dicha crisis.

6. ¿Recuerda quién gobernaba en aquel momento? Aun no recordándolo ¿Qué impresión le queda del gobierno de aquellos años y de su capacidad de resolver los problemas de la gente?

Gobernaba el Komintang y Lee Tenghui era el presidente.

Los últimos años del KMT fueron buenos internacionalmente –Taiwan empezó a conocerse en el mundo- pero malos nacionalmente ya que todo empezó a politizarse con el problema de China.

7. ¿Te viste afectado por la crisis de 1997-1999? Si te viste afectado expón brevemente el cómo:

Mi trabajo de profesor universitario, que depende de una nómina fija, se ha visto afectado en la congelación – hasta hoy- de nuestro salario. Taiwan, desde el año 2000, no ha crecido económicamente.

8. ¿Qué significó la crisis para tu vida?

Nada en especial, excepto ganar cada día menos en relación al costo de vida..

9. ¿Algún amigo tuyo se vio afectado por la crisis económica?

Los comerciantes y empresarios fueron los más afectados.

10. ¿Recuerdas haber oído mención del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial en aquellos años y en su implicación en la crisis? ¿Recuerdas algunos de sus consejos al gobierno o alguna de sus políticas implementadas en la isla?

Nunca me he interesado mucho por temas económicos. Del FMI o del BM solamente sabía lo que leía en la prensa diaria, pero sin darle mucha importancia.

Eso es todo muchas gracias por tu tiempo y colaboración.

Entrevista:

Taiwan y la crisis de los Dragones Asiáticos.

La siguiente entrevista consta de diez preguntas de respuesta libre. No es obligatorio responder a ninguna pregunta aunque se ruega dejar al menos un pseudónimo de identificación. El objetivo de la entrevista es analizar el impacto que tuvo en un residente de Taiwán la crisis crediticia de 1997-1999 con el fin de ver las impresiones que diez años después ha dejado dicha crisis y constatar si existe un recuerdo de la actuación del gobierno de turno y los organismos internacionales competentes.

1. Nombre y apellidos o pseudónimo:

Santiago Rupérez Durá

2. Profesión:

Ex Director de la Cámara de Comercio Española en Taiwán.

Ex Director de la Oficina de Representación del Banco Santander en Taiwán.

3. ¿Cuánto tiempo lleva viviendo en La República de China?

¿Residía en La República de China en el periodo 1997-1999? si/no: SI.

Más de 30 años.

4. ¿Qué motivos le llevaron a vivir en La República de China?

Estudios y trabajo.

5. ¿Recuerda la situación general del país en el periodo 1997-1999?

En 1997 el país aún se encontraba celebrando la primera elección democrática de su presidente Lee Teng-hui que ocurrió en 1996. En 1997 el volumen del comercio internacional de Taiwán aún siguió creciendo al ritmo que lo venía haciendo en años precedentes. La gran caída ocurrió en 1998 que si no recuerdo mal fue de un descenso superior al 8%. Esta situación creó una gran inquietud entre los empresarios taiwaneses que se vieron obligados a tomar las medidas pertinentes para superar la crisis. Afortunadamente en 1999 el volumen de su comercio internacional volvió a crecer al ritmo acostumbrado.

6. ¿Recuerda quién gobernaba en aquel momento? Aun no recordándolo ¿Qué impresión le queda del gobierno de aquellos años y de su capacidad de resolver los problemas de la gente?

Como indicaba anteriormente, el presidente del país era Lee Teng-hui y los esfuerzos que hizo su gobierno por salir de la crisis encontraron una gran acogida entre los diversos sectores de la sociedad taiwanesa.

7. ¿Te viste afectado por la crisis de 1997-1999? Si te viste afectado expón brevemente el cómo:

La crisis me afectó de una forma directa con notables pérdidas en mis inversiones en la Bolsa de Taipei.

8. ¿Qué significó la crisis para tu vida?

No me quedó más remedio que apretarme el cinturón y corregir mi estrategia de inversión para no volver a caer en los mismos errores.

9. ¿Algún amigo tuyo se vio afectado por la crisis económica?

No hubo nadie que no se escapara de los efectos negativos de la crisis. Incluso mis amigos con inversiones más seguras todos sufrieron daños importantes.

10. ¿Recuerdas haber oído mención del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial en aquellos años y en su implicación en la crisis? ¿Recuerdas algunos de sus consejos al gobierno o alguna de sus políticas implementadas en la isla?

Por supuesto que oí mencionar tanto al FMI como al Banco Mundial, pero en estos momentos no recuerdo de los consejos y políticas que sugirieron al gobierno. Revisa tú mismo las directrices que marcó el gobierno taiwanés que fueron, a mi entender, muy efectivas.

Eso es todo muchas gracias por tu tiempo y colaboración.

VII. BIBLIOGRAFÍA

v Fuentes:

http://www.bancomundial.org/

http://www.imf.org/external/index.htm

http://www.ustreas.gov/

http://www.un.org/es/

http://www.apec.org/

http://www.ucm.es/info/eid/pb/jec98.htm

fecha: 20/10/09

http://www.ucm.es/info/eid/pb/BusteloChina2001.pdf

fecha: 04/12/09

http://www.ucm.es/info/eid/pb/ValladNov00.pdf

fecha:27/12/09

http://economia.unmsm.edu.pe/Docentes/RRocaG/Publi/Roca(1997)CrisisFinancieraInternacionalde1997.pdf

fecha: 07/01/10

v Instituciones financieras y políticas en abstracto aplicadas por las mismas:

Stiglitz, Joseph. El malestar en la globalización. Madrid: Taurus, 2002. ISBN: 84-306-0478-2.

v Taiwán:

Bustelo, P., C. García e I. Olivié (2000), “Crisis financieras en economías emergentes: enseñanzas de Asia oriental” Ediciones Cooperación al Desarrollo, Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid.

“BUSTELO, Pablo (1989) Los nuevos países industriales asiáticos desde 1945: milagros económicos o modelos de desarrollo” Universidad Complutense de Madrid (Tesis de Doctorado-Universidad Complutense de Madrid)

SACHS, Jeffrey (1999) “Reflexiones sobre la crisis asiática” Centro Español de Relaciones Internacionales, Madrid.

HERNÁNDEZ, Juan (1999) “Del 29 a la crisis asiática” Editorial Complutense, Madrid.

GARCÍA, Clara (2005) “Capital extranjero y política económica : las crisis financieras del sudeste asiático” Editorial: Fundamentos, Madrid 2005

v Irlanda:

CLIFFORD, Michael & MCCARTHY, Justine (2009). “So who got us into this mess?”. Sunday Tribune, 25/01.

COULTER, Colin & COLEMAN, Steven (2003). The end of Irish history?: critical reflections on the Celtic tiger (Palgrave, New York).

KEENA, COLM (2009). “Unemployment to hit 17%”. Irish Times, 29/04.

KIRBY, Peadar (2002). The Celtic tiger in distress: growth with inequality in Ireland (Palgrave, New York).

KRUGMAN, Paul (2009). “Erin Go Broke”. The New York Times, 19/04.

MOLONY, Senan (2009). “Lenihan has got figures «all wrong»”. Independent, 18/09.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. INSTITUCIONES MONETARIAS

III. POLÍTICAS EN ABSTRACTO

IV. CASOS

i. Corea del Sur

ii. Taiwán

iii. Irlanda

V. METODOLOGÍA

VI. CONCLUSIONES

VII. GRÁFICOS Y ENTREVISTA

VIII. BIBLIOGRAFÍA


Abstract

En este trabajo vamos a poner de manifiesto la incapacidad del Fondo Monetario Internacional para producir y desarrollar políticas económicas válidas para la consolidación de economías sanas y estables, suponiendo que éste fuese su principal objetivo, y la influencia nociva que este organismo económico internacional ha tenido y sigue teniendo en la economía tanto de países desarrollados como aquéllos que todavía no lo son. Así, para ilustrar nuestra afirmación, hemos elegido los casos de tres países de los llamados desarrollados, Taiwan, Corea del Sur e Irlanda, y sus respectivas crisis económicas que fueron provocadas por el seguimiento de políticas neoliberales diseñadas desde el FMI.

I. INTRODUCCIÓN

La crisis financiera tuvo su origen en Tailandia, que tras 10 años de altos crecimientos, sus exportaciones empezaron a decaer, los beneficios de las empresas eran menores, las deudas se amontonaron y la incertidumbre se adueño del mercado, por ello el gobierno de Tailandia devalúo el baht para bajar el precio de sus productos de exportación y estimular su venta. Otros países de Asia temiendo que sus exportaciones no fueran competitivas siguieron el ejemplo y devaluaron su propia moneda: los inversionistas internacionales comenzaron a retirar su dinero de esos países; como consecuencia la bolsa de valores asiática se desplomó y una crisis de grandes proporciones sacudió la economía del sudeste asiático. El sector privado de estas economías tenía un apalancamiento financiero elevado y la crisis del sistema financiero se trasladó al sector no financiero, a la economía real y consecuentemente a todas las economías similares.

Las devaluaciones de las monedas asiáticas tuvieron un efecto inflacionario en sus economías, con lo que al final las propias economías presionaron a sus bancos centrales para el aumento de los tipos de interés, con el agravamiento de la crisis como consecuencia más inmediata. A mediados de 1996 las exportaciones comenzaron a descender bruscamente y, entre otras cosas, por el posicionamiento competitivo de China en los mercados internacionales; comenzaron a aparecer signos preocupantes, entre ellos un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, es decir, un aumento de las importaciones por encima de las exportaciones, sumado a un retraso cambiario de las monedas asiáticas frente al yen japonés que se había devaluado en un 40%. La fragilidad de la moneda se constituyo en un factor de amenaza para la recuperación de las exportaciones de los tigres que tiene como principal mercado la nación nipona.

El 2 de julio de 1997 se inicio la llamada crisis asiática, justo cuando se conocía la noticia en los mercados internacionales de la devaluación de la moneda tailandesa. Lo que provoco un efecto domino sobre las economías del este asiático: Malaisia, Indonesia, Filipinas, Taiwán, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur. Al principio, lo que parecía ser una crisis regional terminó por expandirse por los principales mercados internacionales, desde Rusia hasta América Latina. Los acontecimientos que se sucedieron no fueron desconocidos:

v se derrumbaron los precios en dólares de los inmuebles en un 30%;

v se paralizaron los mega proyectos inmobiliarios suntuosos financiados por el ahorro externo que por años se canalizó al sector en cuestión;

v se produjo el deterioro de las carteras bancarias ante los préstamos incobrables;

v la cesación del crédito internacional para la región y una recesión de las economías reales.

II. INSTITUCIONES MONETARIAS

Funciones e Historia del FMI y del BM

· El FMI y el BM se originaron en la II GM como resultado de la conferencia de Bretton Woods, New Hampshire, en julio de 1944, y fueron parte del esfuerzo concertado para reconstruir Europa tras la devastación de la guerra y para salvar al mundo de depresiones económicas futuras. El nombre verdadero del Banco Mundial -Banco Internacional para la Reconstrucción y el desarrollo- refleja su misión original; la última parte, "desarrollo", fue (un) añadido tardío. En ese entonces el grueso de los países subdesarrollados eran aún colonias y se consideraba que los magros esfuerzos del desarrollo económico podrían o habrían de ser responsabilidad de sus amos europeos. [...]

· La ardua tarea de asegurar la estabilidad económica global fue confiada al FMI.

· Al FMI se le encargó impedir una nueva depresión global. Lo conseguiría descargando presión internacional sobre los países que no cumplían con su responsabilidad para mantener la demanda agregada global y dejaban sus economías se desplomaran. Si fuera necesario, suministraría liquidez en forma de préstamos a los países que padecieran una coyuntura desfavorable y fueran incapaces de estimular la demanda agregada con sus propios recursos. En su concepción original, pues, el FMI se basó en el reconocimiento de que los mercados a menudo no funcionaba. [...]

· El FMI surgió de la creencia en la necesidad de una acción colectiva a nivel global para lograr la estabilidad económica. [...]

· El FMI es una institución pública, establecida con el dinero de los contribuyentes de todo el mundo. Es importante recordar esto, porque el FMI no reporta directamente ni a los ciudadanos que lo pagan ni a aquellos cuyas vidas afecta. En vez de ello, reporta a los ministros de Hacienda y a los bancos centrales de los gobiernos del mundo. Ellos ejercen su control a través de un complicado sistema de votación basado en buena medida en el poder económico de los países a finales de la II GM. Desde entonces ha habido algunos ajustes menores, pero los que mandan son los grandes países desarrollados, y uno solo, los EEUU, ostenta un veto efectivo (de forma similar al consejo de seguridad de la ONU).

· El FMI ha cambiado profundamente a lo largo del tiempo. Fundado en la creencia de que los mercados funcionaban muchas veces mal, ahora proclama la supremacía del libre mercado con fervor ideológico. [...] Hoy el FMI típicamente aporta dinero sólo si los países emprenden políticas como recortar los déficits y aumentar los impuestos o los tipos de interés con lo que contrae la economía (cuando en origen su misión era ayudar a los países a llevar a cabo políticas expansivas). [...] El cambio más dramático de estas instituciones tuvo lugar en los años ochenta, la era en la que Ronald Reagan y Margaret Thatcher predicaron la ideología del libre mercado en los EEUU y el RU. El FMI y el BM se convirtieron en nuevas instituciones misioneras a través de las cuales esas ideologías fueron impuestas sobre los recientes países pobre que necesitaban con urgencia sus préstamos y subvenciones.

· A comienzos de los ochenta hubo una purga en el BM [...] Robert McNamara (fue) nombrado presidente del BM en 1968. Afectado por la pobreza que había contemplado en el tercer mundo, McNamara reorientó sus esfuerzos hacia su eliminación. [...] Pero con el cambio de guardia llegó un nuevo presidente en 1981 William Clausen (y trajo una nueva reorientación de las políticas económicas más interesadas en la búsqueda de rentas dentro de los esquemas neoliberales) [...]

· Aunque los objetivos de ambas instituciones seguían siendo distintos en esta época (los ochenta) sus actividades se entremezclaron de forma creciente. [...] Se suponía que el FMI se concentraba en las crisis, pero los países en desarrollo siempre necesitaban ayuda, de modo que el FMI se convirtió en ingrediente permanente de la vida de buena parte del mundo subdesarrollado.

· (Con la caída del bloque del este en 1989-92 el FMI quedó encargado de supervisar su tránsito a una economía de mercado, pero cuando los fondos del FMI resultaron insuficientes el BM entró en el proyecto siendo tratado como un socio menor conforme a los criterios dictados por el FMI) Regía en principio una división social del trabajo. Se suponía que el FMI en principio se limitaba a las cuestiones macroeconómicas del país en cuestión, a su déficit presupuestario, su política monetaria, su inflación, su déficit comercial, su deuda externa; y se suponía que el BM se encargaba de las cuestiones estructurales: a qué asignaba el gobierno el gasto público, las instituciones financieras del país, su mercado laboral, sus políticas comerciales. Pero el FMI adoptó una posición imperialista: como casi cualquier problema estructural podría afectar a la evolución económica, y por ello el presupuesto o el déficit comercial, creyó que prácticamente todo caía bajo su campo de acción.

· Esto en cuanto a funciones, orígenes e historia. Hay que anotar que Stiglitz ha sido economista jefe y vicepresidente senior del BM, por lo que se comprende que el foco de sus críticas recaigan sobre el FMI y apenas hagan referencia a las cometidas por el BM.

III. POLÍTICAS EN ABSTRACTO

v Para entrar…

Uno de los primeros errores que El Tesoro y El FMI cometieron fue considerar que el escenario asiático era similar al sudamericano donde el gasto público desmedido y monedas laxas condujeron a un panorama de inflación y enormes déficits. Antes de entrar en crisis el FMI y el tesoro de EEUU creían que la plena liberalización de la cuenta de capital ayudaría al más veloz crecimiento de la región, pero los países del este asiático no necesitaban capital adicional dada su elevada tasa de ahorro, y a pesar de ello se insistió en la liberalización de la cuenta de capital a finales de los ochenta y principios de los noventa.

No se trata sólo de que fueron las políticas de FMI las que llevaron a la crisis, sino también, las que impulsaron, a sabiendas de que había escasas pruebas de que esas políticas fomentaran el crecimiento, la crisis y abundantes pruebas de que imponían graves riesgos a los países en desarrollo. El FMI por supuesto, no estaba solo en su clamor en pro de la liberalización, el tesoro norteamericano que, como accionista mayoritario del FMI y el único con poder de veto cumple un papel crucial en la determinación de las políticas del FMI, ejerció un papel muy importante en las políticas que se aplicaron antes y durante la crisis.

El presidente William Clinton fue el encargado de reunir al G7 (Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, Japón y Canadá) para coordinar soluciones para la crisis, como disminuir conjuntamente las tasas de intereses. De ahí surgió un compromiso con los 7 grandes para crear un fondo de contingencia destinado a los países en crisis. Los fondos que provendrían de un aumento de la cuota del FMI serían otorgados siempre y cuando los países con problemas cumplieran con determinadas políticas (Aplicar severas políticas fiscales).

v Para salir…

El FMI inyecto varias sumas de dinero en forma de paquetes de rescate para que los países en crisis sostuvieran sus tipos de cambio y dejaran de devaluar sus monedas. Pensó que si el mercado creía que había suficiente dinero en las arcas, entonces vería que no tenía sentido atacar las monedas, con lo que se restauraría la confianza. Pero esta medida lo que consiguió fue aumentar los niveles de deflación. El dinero sirvió, también, para entregar dólares a las empresas que se habían endeudado con los banqueros occidentales para devolver sus préstamos. Con esto se puede notar cómo se trato en parte de un rescate de los bancos internacionales.

No sólo se impusieron condiciones de subir los tipos de interés y reducir el gasto, sino que se plantearon exigencias adicionales para cambios tanto políticos como económicos, reformas profundas, como una mayor apertura y transparencia y mejoría en las regulaciones del mercado financiero. Dichas reformas y regulaciones no tuvieron finalmente más propósito que el de asegurar la macroestabilidad de la región promocionando las exportaciones sin suprimir los impedimentos en las importaciones lo que produjo un desequilibrio en la balanza comercial.

El FMI alegaba que la imposición de esas condiciones era lo más seguro, aportaba miles de millones de dólares y tenía la responsabilidad de garantizar no sólo que fueran devueltos, sino que los países hicieran lo correcto para restaurar su salud económica.

La liberalización de los sistemas financieros nacionales sin prestar atención a la existencia de una adecuada regulación, marcó una gran irresponsabilidad tanto por parte de los gobiernos afectados como de las organizaciones internacionales.

Al insistir en recomendar políticas contractivas el FMI exacerbó el contagio, la extensión de la recesión de un país al siguiente. Las políticas contractivas de un país no sólo deprimían la economía de ese país sino que ejercían efectos adversos sobre sus vecinos. El FMI dijo a los países que cuando afrontaban una desaceleración debían recortar su déficit comercial, incluso acumular superávit. Esta estrategia de preferenciar las exportaciones y continuar poniendo trabas a las importaciones llevo a que los mercados asiáticos se sobresaturasen de stocks propios impidiendo la reactivación del ciclo económico y prolongando su estancamiento.

El Estado ejerció presión para que los bancos con control estatal diesen préstamos a empresas con problemas de liquidez, aunque no fuesen operaciones beneficiosas para los bancos. Supuestamente estas medidas iban a impedir el derrumbe en los tipos de cambio, pero estos continuaron cayendo. La liberalización de los mercados de capitales sometió a los países en desarrollo a los caprichos racionales e irracionales de la comunidad inversora, a su exuberancia y pesimismo irracionales.

Durante más de setenta años ha habido una receta estándar para cuando un país se enfrente a una severa caída en la actividad económica. El gobierno debe estimular la demanda agregada mediante políticas monetarias o fiscales: recortar impuestos, subir gastos o flexibilizar la política monetaria. El FMI busco la restructuración corporativa antes que utilizar medidas correctas para lidiar con la crisis de Asia.

IV. CASOS

i. COREA DEL SUR

Este apartado pretende explicar las causas y consecuencias de la crisis financiera que se produjo en Corea del Sur en los años noventa del pasado siglo. Crisis ésta que, si bien se produjo en el entorno de crisis general que afectaba a otros países asiáticos (especialmente Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas), presenta rasgos propios bien definidos.

LA CRISIS FINANCIERA DE COREA DEL SUR EN LOS AÑOS 97-98

En la primera mitad de los 90, Corea del Sur emprendió una serie de medidas diseñadas por el FMI que llevaron a una mayor apertura financiera. Por una parte, los grandes conglomerados empresariales locales (chaebols) se habían beneficiado de las, hasta ese momento, tímidas reformas y medidas aperturistas. Además las presiones internas para la reforma se sumaron a las condiciones exigidas para el ingreso en determinados foros internacionales. Para el caso de Corea del Sur, tendría especial peso el ingreso en la OCDE. De este modo, en los años previos al estallido de las crisis asiáticas, Corea del Sur llevó a cabo una reforma financiera un tanto acelerada y caótica que incluyó la desregulación del sistema financiero interno y la apertura de la cuenta de capitales sin acompañar el proceso de la correcta adaptación del sistema de regulación y supervisión financiera.

La mayor apertura propició la entrada de capitales. En 1994 las entradas de capital extranjero en Corea del Sur se habían multiplicado por más de dos, pasando de algo menos de 10.000 millones de dólares el año anterior a algo más de 22.000 millones el año 94. Los flujos de entrada siguieron creciendo hasta 1996, año en el que se situaron en unos 48.000 millones de dólares, para luego caer al año siguiente y registrarse una salida neta en 1998.

Las entradas de capital estaban compuestas, sobre todo, de deuda –en forma de bonos pero, sobre todo, en forma de préstamos y créditos a corto plazo–. Se trató, pues, de un proceso de sobreendeudamiento externo en el que la financiación tenía, además, un marcado carácter volátil. El sobreendeudamiento externo se tradujo en un sobreendeudamiento interno. A diferencia de lo que ocurrió en otros países asiáticos afectados por la crisis de 1997, en Corea del Sur no se registra, previamente al estallido de la crisis, el desarrollo de una burbuja inmobiliaria o bursátil. El gran volumen de crédito interno tampoco se destinó al consumo de bienes y servicios locales ni a un aumento de las importaciones. El grueso del crédito externo fue directa o indirectamente a financiar actividades productivas del sector manufacturero, generalmente ligadas, además, a actividades de exportación.

Este hecho es de suma importancia por lo que implica para la literatura sobre crisis financieras. En el debate sobre la distribución de pesos entre los factores a la hora de explicar las causas del estallido de una crisis, los analistas que ponen un mayor acento en las causas derivadas de los errores en la política económica local de los países que entran en crisis suelen esgrimir la aparición de burbujas inmobiliarias u otras asignaciones ineficientes del crédito interno como uno de los principales factores explicativos.

Sin embargo, en este sentido, el comportamiento de la economía surcoreana fue “correcto”: ni actividades improductivas y de alto riesgo, ni despilfarro de los recursos externos para financiar mayores niveles de consumo. Corea del Sur utilizó los flujos masivos de capital de los años 1993 a 1997 para financiar una actividad productiva manufacturera que había generado altos niveles de exportación y crecimiento para el país durante décadas.

Pero como las actividades a las que se asigna el crédito no lo son todo en la explicación del estallido de una crisis financiera, el hecho de que las inversiones financiadas con el boom de entradas de capital fueran productivas, no garantizó su correcta asignación. Con una mediocre regulación y supervisión financiera, resultado de una apertura financiera desordenada y rápida, la creciente financiación disponible terminó dirigiéndose –sin los suficientes requisitos de avales, sin el cuidado necesario en la concentración de riesgos, sin una evaluación adecuada de la capacidad de devolución del crédito por parte del deudor a una red empresarial crecientemente endeudada y decrecientemente rentable.

La sobrecapacidad productiva del sector manufacturero también derivó en un problema de sobreoferta que generó una caída de precios de diversos productos de exportación surcoreanos como los productos eléctricos y electrónicos o los semiconductores.

Unos años antes de este deterioro de los Fundamentals – aumento del crédito a actividades poco rentables y debilidades del aparato productivo, problemas en la cuenta corriente, y apreciación del won por la entrada masiva de capital externo y por la depreciación del yen – se sumó un choque externo que indujo el cambio de expectativas de los inversores internacionales.

Para la crisis surcoreana de 1997, este choque externo fue la crisis asiática que se había desatado meses antes en Tailandia. Así, Corea del Sur fue, al margen de los problemas económicos internos que pudiera estar sufriendo, un contagiado de una crisis que había estallado en otra economía. La crisis de balanza de pagos que había llevado a la flotación y desplome del baht tailandés en julio de 1997 se propagó a Filipinas, Malasia, Indonesia y Singapur. Con este último, los ataques comenzaron a dirigirse hacia economías más desarrollas y, en concreto, hacia los dragones asiáticos. Así, después del verano, la presión financiera recayó sobre Taiwán primero y, posteriormente, sobre Hong Kong y Corea del Sur. En noviembre de 1997, las autoridades monetarias abandonaron la paridad fija, el valor del won cayó a la mitad en dos semanas y el índice bursátil se desplomó.

En 1997 la economía de Corea no presentaba ni una moneda fuertemente apreciada ni un alto déficit por cuenta corriente, a diferencia de los países asiáticos que en 1996 presentaban uno o los dos problemas simultáneamente. En los 24 meses anteriores a la crisis el won coreano se apreció en términos reales sólo un 4,4%, cifra muy inferior a la de las monedas de los otros países asiáticos fuertemente atacados por la crisis (más del 12% en todos los casos). En 1997 el déficit por cuenta corriente de Corea fue de apenas un 1,7% de su PIB, una cifra muy inferior a la registrada, por ejemplo, por Tailandia (8%). Puede decirse que la crisis coreana no fue una crisis de balanza de pagos, sino una crisis provocada inicialmente por problemas de liquidez de los bancos y empresas que a la postre se convirtió en una crisis de solvencia internacional.

Con todo, la crisis coreana presentó causas comunes con la de otros países asiáticos; unas deficiencias macroeconómicas no convencionales junto con movimientos especulativos en los mercados de capital a partir del año 1997. ¿por qué se han venido llamando por los economistas las causas de la crisis causas no convencionales? Simplemente porque fueron diferentes a las causas que produjeron crisis en el pasado. Corea, como he comentado, no tenía ni un déficit presupuestario importante (1,7%) ni una alta inflación (4,4%). Corea presentaba antes de la crisis un crecimiento en torno al 5% de PIB y sus exportaciones aumentaban año a año, aumentando un 8% en 1997, el mismo año de la crisis. Aunque si es cierto que presentaba un alto cociente entre deuda externa a corto plazo y reservas en divisas (207%), así como un proceso de sobreinversión en sectores manufactureros con exceso de capacidad. Así mismo se produjo una liberalización financiera prematura e indiscriminada que provocó, a través del auge del crédito bancario al sector privado y de la fuerte entrada de capital extranjero a corto plazo, una debilidad del sistema financiero. Además, para rematar la puntilla, se produjeron fuertes ataques especulativos contra la moneda y la bolsa de valores que fueron los mayores causantes, o agravantes, de la crisis.

Las consecuencias de la crisis financiera fueron importantes; una caida del 7% del PIB en 1997, aumento de la tasa de desempleo de 2,4% antes de la crisis al 8,6% en febrero de 1999 e incremento de la pobreza de 11,4% en 1997 a 23,2% en 1998*

Cabe destacar, por otra parte, el poder de recuperación presentado por la economía surcoreana a partir del año 99. El PIB aumentó casi un 11% en este año (tasa más alta desde 1988 y la más alta de todos los países de Asia oriental). En Julio del 2000 el paro había bajado a niveles más acordes con la etapa anterior a la crisis y se situaba en un 3,7%

ii. TAIWÁN

La manera en que los bancos extranjeros en Taiwán habían logrado competir es a través de enfocarse al mercado de consumo, junto con hacer negocios con pequeñas y medianas empresas. La expansión de las exportaciones de los países del sudeste asiático hasta mediados de 1996 venían siendo elevadas, motivo por el cual la región había recibido una inyección de grandes préstamos, los cuales en lugar de volcarse al sector de la producción, lo hicieron sobre las inversiones especulativas concentrándose mayoritariamente en el sector inmobiliario. Como resultado de ello, se produjo una sobrevaluación de las propiedades y de las acciones inmobiliarias, seguidas por una debilidad cada vez mayor del sistema bancario en los respectivos países, en donde el común denominador fue el otorgamiento de préstamos sobre activos sobrevaluados.

Durante los años de auge económico en el sudeste asiático se practico un capitalismo entre amigos, el cual consistió en otorgar préstamos para inversiones dudosas a quienes simpatizaban con el gobierno, sin tener presente si eran o no solventes los prestatarios. A principios de los 90 los tigres adoptaron un aserie de medidas liberalizadoras para el conjunto de sus economías, aplicándose con un mayor acento en el sistema financiero, y levantándose las restricciones que existían en dicho sistema. Al mismo tiempo los gobiernos de estos países aplicaron políticas de privatizaciones de empresas del sector público con lo que el sistema financiero se expandió aumentando el número de créditos concedidos sin ningún control riguroso. Este fenómeno se vio forzado con la entrada de capital exterior, seducido por la alta rentabilidad que ofrecían estas economías. El verdadero problema que se estaba gestando en estas economías era la forma en que se estaban concediendo los préstamos; no se valoraba adecuadamente el riesgo asumido por parte de los prestatarios y el sistema financiero carecía de una regulación, un agente supervisor.

Características antes de la crisis:

· prioridad: avances tecnológicos y economía orientada fuertemente hacia las exportaciones (se beneficia al estar en APEC);

· su gran fuerte es la innovación, teniendo un gran número de patentes per cápita, siendo sólo superada por EE.UU. y Japón;

· las industrias mecánicas y petroquímicas consideradas estratégicas pertenecen a empresas públicas controlando que las importaciones no sean mayores que las exportaciones;

· el Estado mantiene una participación muy alta en el sector financiero;

· altos niveles de libertad en inversión, comercio, derechos de propiedad, libertad fiscal y libertad del gobierno;

· impuestos: la tasa impositiva al ingreso personal es alta, el impuesto corporativo es moderado, y el impuesto a las utilidades es bajo como porcentaje del PIB;

· alta calidad en cuanto a infraestructura, tiene mercados saludables y flexibles en general, y la fuerza laboral tiene buena educación y entrenamiento (recordar que la educación ha sido un factor particularmente importante dentro del desarrollo de la capacidad y de la innovación tecnológica de Taiwán. Para el este asiático era importante trabajar activamente para reducir la pobreza y limitar el crecimiento de la desigualdad, porque creían esas políticas eran importantes para preservar la cohesión social, y que dicha cohesión social era necesaria para generar un clima favorable a la inversión y el crecimiento).

La combinación de altas rentas de ahorro, inversiones públicas en educación y políticas industrial dirigida por el Estado, convirtió a la zona en una central de energía económica. Sin embargo, el crecimiento de los tigres se debió a los aportes de los capitales extranjeros, a importaciones de bienes, y a una política de bajos salarios. Con estas características es evidente que están padeciendo los efectos del intercambio desigual.

En el este asiático los Estados ayudaron a perfilar y dirigir los mercados, mientras que el consenso de Washington promulgaba unas políticas en las cuales el papel del Estado era mínimo, pero los países triunfaron no sólo a pesar de hecho de no haber seguido los dictados del consenso de Washington, sino porque no lo habían hecho. Todo lo que los tigres habían hecho era ahorrar mucho e invertir bien; las políticas gubernamentales habían cumplido un papel trascendental al permitir a las naciones del este asiático conseguir ambas cosas simultáneamente.

Breve ejemplo de un país de la semiperiferia

A continuación expondremos brevemente la situación económica por la que está pasando Irlanda, país que, como los anteriores, confío su política de desarrollo a las instituciones económicas globales y que con la crisis económica del año 2008 hubo de declararse en suspensión de pagos. Se trata de un caso muy similar al acontecido en los países del sud este asiático y consideramos que resulta interesante ver diez años después un caso parecido a los analizados anteriormente.

Hemos visto los efectos de las políticas del FMI en países dichos “en vías de desarrollo”. Quisiéramos ahora ilustrar, sucintamente, cómo se ven afectados también aquellas economías del llamado primer mundo – o aquellas estrechamente vinculadas a ellas, como los ‘eslabones débiles’ de la zona Euro: España, Grecia, Irlanda, Portugal – y cómo estas últimas sacrificaron su estabilidad económica y social en aras de teorías económicas que aunque dominantes dieron muestra una y otra vez de sus graves problemas. El tigre celta irlandés es un ejemplo paradigmático: alumno estrella de los neoliberales, la crisis del 2009 la golpea de manera a prácticamente anular los – cuestionables – beneficios traídos por más de una década de austeridad y concesiones al mercado.

iii. IRLANDA

¿Un tigre de papel?

¿Es posible el mantenimiento de una economía dónde no se crea valor? ¿Dónde la reproducción de la fuerza de trabajo queda en manos de un mercado cada vez más desregulado? ¿Una economía así es viable? El caso del llamado tigre celta responde a esas interrogativas con un “sí, pero”. Sí, tal estructura se puede mantener bajo las condiciones adecuadas, pero en tanto que el viento cambie puede que se lleve con él todo lo que parece ser estable. Todo lo sólido desaparece en el aire. Así han visto los irlandeses el fin de su sueño, de manera similar a lo que ocurrió en Asia a finales de la década pasada, en Argentina a principios de siglo o en la Rusia postsoviética.

Nos deparamos con las mismas políticas de fiscalidad limitada, tasas de interés altas, liberalización del comercio, de los mercados de capital, y de privatizaciones aquí impuestas por un gobierno liberal y no a la fuerza por las organizaciones financieras y crediticias internacionales, pero con las mismas consecuencias perversas.

La historia del tigre sobre el que aquí hablamos comenzó a finales de los ’80, con el Ministro de finanzas Ray Mac Sharry, apodado Mack Navaja por sus recortes presupuestarios, quien emprende las primeras reformas neoliberales a la imitación del entonces ascendiente modelo thatcherista.

En el periodo 1995-2007 Irlanda experimentó un crecimiento impresionante de su PIB (de entre 6 y 11% de 1995 a 2002 y de alrededor de 5% tras 2004) pasando de ser uno de los países menos afluentes de Europa occidental a uno de los más ricos, medido por PIB per capita. Eso se produjo en un contexto de tasación muy baja – la de las empresas oscilaba entre 10 y 12.5% - y ayudas europeas equivalentes al 4% del PIB.

Irlanda contaba además con una serie de ventajas. Entre ellas el ser un país de habla inglesa y situarse en el huso horario británico, cuya bolsa abre al cerrar la de Nueva York, y ser miembro del mercado común europeo. Todo esto asociado a sus beneficios fiscales y mano de obra relativamente barata, además de lazos históricos importantes, hacía de Irlanda un mercado perfecto para inversiones estadounidenses, donde efectivamente se asentaron numerosas empresas asociadas a las nuevas TIC.

La aparente bonanza – y digo aparente porque no llegó a importantes sectores de la población, de hecho agravando la desigualdad ya existente – vino asociada a una creciente dependencia de la economía a las grandes multinacionales, particularmente de Estados Unidos sin que se blindaran las debilidades estructurales de Irlanda. Además, el crecimiento del empleo se fundamentó en el sector servicios, mal pagado y precario. El gasto público disminuyó del 37% al 30% del PIB entre 1996 y 1999. La subida de los sueldos (de un 35% entre 1987 y 1999) vino acompañada de una subida del precio de la vivienda (104% en Irlanda, 136% en su capital Dublín), por mencionar solo un factor que la anula. El desarrollo produjo un tardío éxodo rural y supuso la entrada de centenas de millares de trabajadores extranjeros, muchos de los cuales se ven en la disyuntiva del paro y la marginación o el retorno o sus países de origen, todo esto junto a una política medioambiental laxa, en beneficio de las empresas y en detrimento del país.

Con la crisis, inexplicable para la economía al uso, Irlanda se ve ahora con un PIB contraído en un 10% en el 2009, una tasa de paro superior al 17% y pocas expectativas de recuperación, esta última, en palabras de Paul Krugman, solo puede venir desde fuera, con un repunte de las exportaciones, cosa que no parece probable a corto plazo.

V. METODOLOGÍA:

El trabajo tiene como fin el estudio de un tema concreto, estudio de las instituciones financieras, que maneja la hipótesis de que dichas instituciones actúan con una lógica distinta a las que motivaron su creación. Para verificar dicha hipótesis hemos optado por hacer un análisis de tres casos concreto que rebatan o asienten la información teórica de que disponemos. De esta forma vamos de lo general a lo particular, pero teniendo los casos prácticos como los verdaderos verificadores de la hipótesis.

El estudio se ha realizado con una mezcla de técnicas cualitativas y cuantitativas, primando la base cuantitativa mediante el análisis de fuentes de datos secundarios y encuestas de los organismos internacionales. La base cualitativa del estudio lo conforman las entrevistas, que nos dan el dato humano de la investigación, permitiéndonos conocer las organizaciones internacionales no sólo por lo que ellas dicen de si mismas, sino también por lo que la gente opina (o desconoce) de ellas.

El trabajo se ha desarrollado de forma grupal y el aprendizaje obtenido de esta forma de trabajar lo desarrollaremos a continuación en el siguiente apartado de conclusiones.

VI. CONCLUSIONES

v Del Tema de la investigación:

Los países asiáticos temían que las políticas del FMI les impidieran adoptar las medidas que pensaban podían contener la crisis, al tiempo que las políticas que recomendarían empeorarían el impacto sobre sus economías. Sabían lo que debían y podían hacer para prevenir una crisis y minimizar el daño, pero sabían que de tomar esas medidas el FMI les retiraría el capital internacional. Pero aún así, siempre se considero erróneo aplicar la receta pos efecto Tequila (México 1995), basada en el otorgamiento de préstamos a condición de realizar reformas de la economía, dirigida sobre todo a sanear el sistema bancario. Las políticas del FMI no sólo exacerbaron la recesión sino que en parte fueron responsables de que comenzara.

Lo curioso es que se cuestiona el modelo de los tigres asiáticos, pero no fue su modelo el que falló, sino las directivas enviadas desde el FMI, luego también las políticas erradas de los países asiáticos en un intento fallido de frenar la crisis y al mismo tiempo no perder los fondos internacionales, lo que hizo que los países aceleraran la liberalización de sus economías, provocando que estos entraran en crisis y luego estando en ésta se aplicaron las mismas medidas tomadas en su momento en América Latina sin contemplar que eran casos totalmente diferentes, lo que ayudo no a culminar la crisis sino a hacerla más severa de lo que hubiera podido ser. Paradójicamente, en la crisis del tequila en México al sufrir una crisis de confianza la huída de capitales fue a parar al sudeste asiático, pero cuando los tigres entraron en crisis, los capitales se fueron en busca de los países del primer mundo.

v Conclusiones generales del trabajo

Con esta investigación hemos querido poner de manifiesto el descrédito que las instituciones económicas internacionales como el FMI o el BM han venido demostrando y que dejan en evidencia que no están siguiendo los objetivos con los que supuestamente fueron creadas: Ayudar a los países en su desarrollo económico sostenible y a impedir el resurgimiento de crisis estructurales cíclicas.

Lejos de lograr estos ambiciosos objetivos, estas instituciones económicas no sólo no han repercutido positivamente en la creación de un sistema económico sostenible global, sino que han sido una herramienta más de los países ricos, especialmente Estados Unidos y la Unión Europea, en la consolidación de un sistema, el capitalismo, que al igual que sus instituciones como el FMI o el BM busca, desea y necesita el crecimiento económico aunque eso suponga perpetuar las desigualdades entre los distintos países.

Estas tesis vienen abaladas tanto por la teoría desplegada en el trabajo como por los estudios de caso. Éstos, muestran que las instituciones financieras estudiadas mostraron durante la crisis de los años noventa muy poca sensibilidad hacia los problemas reales de los países receptores de sus políticas, primando la macroestabilidad regional ante la recuperación específica de cada país.

Quiere decir esto que existe una profunda contradicción entre la función por la que fueron creados estos organismos y las prácticas que llevan realizando desde hace décadas. Se trata de instituciones que rodeadas de un alo de neutralidad, implementan políticas económicas estructurales en los países receptores que ni ayudan al desarrollo ni evitan las crisis, razones fundantes de dichas organizaciones.

Pensamos que se debería originar un debate internacional, en el que todos los actores internacionales reconocidos en el marco de las Naciones Unidas tuvieran voz y voto en la organización y estructuración de los organismos económicos internacionales que hasta el día de hoy sólo han servido para facilitar e implantar los intereses de los estados más poderosos. La necesidad de este debate viene avalado a su vez, por la total quiebra de confianza que estas instituciones han generado a raíz de la crisis económica explicitada en otoño del 2008 y el traspaso de sus competencias (sobretodo las del FMI) al G-20, demostrando así que estas organizaciones no están a la altura de los retos de la economía global y su necesidad de reforma o desmantelación.

A día de hoy esta propuesta resulta un tanto utópica teniendo en cuenta el estado de abandono en el que se encuentra la Organización de las Naciones Unidas y todos los organismos que deberían servir para trazar las pautas de actuación de los estados en un mundo cada vez más necesitado de propuestas y actuaciones que redunden eficazmente en un bienestar para sus ciudadanos y no sólo que sean un mecanismo de dominio de los estados más fuertes y poderosos y las multinacionales.

El cambio de paradigma, si bien resulta de extrema dificultad, mas aún en un mundo no precisamente sobrado de ideas renovadoras, también resulta necesario si queremos encontrar una forma de vida sostenible, democrática y justa.

v Conclusiones de trabajar en grupo; Con que nos quedamos y qué cambiaríamos si tuviéramos que hacer el trabajo de nuevo:

Trabajar en grupo siempre es un reto debido a la poca costumbre y conciencia en la importancia de elaboración colectiva que existe en nuestra universidad. Los límites de esa falta de conciencia por parte de alumnos y profesores la sufrimos cuando nos toca realizar un trabajo grupal pues es entonces cuando salen a relucir nuestras limitaciones. Hacer el trabajo en grupo nos ha fastidiado en un principio. Ponernos de acuerdo en conjunto para elegir el tema, para decidir los casos, para dibujar las hipótesis y construir el enfoque, es complicado si no se tiene experiencia de trabajo grupal, ya que hay que tener en cuenta a los compañeros y no se pueden hacer las cosas cada uno por sus cuenta. El inicio es complicado, pero tiene su recompensa. La recompensa viene cuando el trabajo individual se pone en común y entonces aparecen ideas que a uno sólo no se le habrían ocurrido. Es entonces cuando el trabajo gana profundidad y lo que en principio parecían ser fragmentos inconclusos toman una unidad y significado dificil de concebir en un inicio. La puesta en común del trabajo individual da un nuevo rumbo a la tarea, resolviendo algunos problemas de las limitaciones individuales pero sumándole otros nuevo por armonizar las partes.

De esto se deduce que el aprendizaje cuando se trabaja en grupo no se agota cuando las distintas partes ponen en común lo acordado, sino que es un proceso de aprendizaje continuo donde los retos por construir una unidad siempre invitan a seguir reflexionando colectivamente.

Esto es lo que hemos reflexionado sobre trabajar en grupo en general. En nuestro caso específico lo que tenemos es que la mayoría de los componentes ya nos conocíamos de antes de realizar este trabajo, pero nunca nos habíamos puesto a trabajar juntos. Eso nos resulto un problema al principio, porque cada uno teníamos distintas ideas de trabajo y de como enfocar esas ideas. Poco a poco nos fuimos poniendo de acuerdo desechando aquellas propuestas en las cuales no veíamos como podríamos repartirnos bien el trabajo.

Sobre esta primera parte de la elaboración lo que cambiaríamos es el nivel de detalle a la hora de formular las bases del trabajo. Hubo muchas reflexiones que dejamos para más adelante y que hizo que cuando trabajáramos solos tuviéramos dudas a cerca del plan general, lo que provocó despistes y dudas a la hora de enfocar las partes individuales. Si tuviéramos que hacerlo de nuevo lo que haríamos sería una planificación total, provisional y abierta de cómo debería ser el trabajo, para así no dejar tantos cabos sueltos.

Una vez que tuvimos más o menos claro qué íbamos a estudiar, estuvimos consultando bibliografía por nuestra cuenta y cada jueves poniendo en común lo que habíamos encontrado y lo que no.

Si tuviésemos que realizar otra vez esta parte de la investigación, haríamos un esfuerzo por mantenernos informados de nuestros avances con más constancia y profundidad, ya que consideramos (erróneamente) que la investigación de cada cual era cosa de uno y no de todos. Además, tendríamos que haber tenido un “Plan B” por si nuestra bibliografía nos fallaba, ya que hubo unos libros vitales para nuestra investigación tardaron demasiado en llegar a la biblioteca del centro y retrasaron el trabajo en general.

Tras haber reunido la información, la pusimos en común y entonces terminamos de decidir el rumbo del trabajo. En navidades cada uno se puso a redactar su parte y al final de las vacaciones nos reunimos para poner en común lo redactado y tratar de dar coherencia y unidad al texto final.

Sobre esta parte decir que tendríamos que haber puesto en común esa información según la íbamos recopilando y no al final, pues posiblemente el haberlo hecho así nos habría ayudado a hacer unas búsquedas más selectivas y profundas al complementar lo encontrado. La redacción del texto fue satisfactoria aunque tendríamos que habernos reunido con más tiempo para ensamblar y unificar del que nos dimos.

La presentación la preparamos a la vuelta de vacaciones y en el momento de diseñarla nos desbordó un mar de dudas. No sabíamos como realizar la exposición grupal. Cómo repartirnos el trabajo, qué se presenta, qué no, quién presenta qué. Finalmente decidimos evitar dos formas de presentación: 1. La lectura mutilada en cuatro partes lo que habíamos redactado, 2. Que cada uno no presentase sólo lo suyo. Evitando estas dos fórmulas lo que decidimos fue plantear una exposición de cuatro partes: Introducción, metodología, trabajo y conclusiones; en las cuales cada uno tuviésemos que comprometernos a hablar del trabajo en su conjunto (de la unidad) y no de una fracción propia o ajena, pues valoramos que lo importante era presentar el conjunto y no los detalles y esta era la manera de no mutilar en cuatro el trabajo.

A día de hoy seguimos pensando que la filosofía de la presentación era la correcta, pues ayudaba a preservar la unidad. El problema nos surgió cuando al tocar exponer, unas partes se presentaban con suficiente tiempo y otras demasiado resumidas. Tendríamos que haber unificado en una persona que hablase dos veces la introducción y las conclusiones, la presentación del trabajo se tendría que haber subdividido en presentación de la teoría y presentación de los casos concretos, cada parte asignada a un compañero, para así poder hablar con más profundiad de la investigación. Finalmente la persona de la metodología podría haber hablado a su vez de todos aquellos aspectos que en la presentación del trabajo hubiesen quedado poco claro dándole un enfoque desde la técnica.

Este es, en resumidas cuentas, el recorrido de nuestro trabajo y de nuestra experiencia como grupo. En líneas generales estamos contentos tanto de los resultados como del aprendizaje obtenido. Sólo ha habido una cosa que hemos echado en falta y es la poca teoría económica con que hemos contado para realizarlo. El estudio del caso concreto nos ha ayudado a conocer las dinámicas económicas específicas del caso pero no nos ha enseñado nada de fundamentos macroeconómicos, ya que el caso no nos obligaba directamente a acudir a estos. Con esta observación final, cerramos esta experiencia de trabajo colectivo que en el futuro nos ayudara a escuchar más a nuestros compañeros y nos ha aportado herramientas para generar dinámicas de trabajo grupal, un trabajo que potencia el conocimiento y cuyos retos nos obligan a no bajar la guardia y a estar dando siempre lo mejor de nosotros. Eso, se evalúe como se evalúe este trabajo, ya nos lo llevamos y vale más que un sobresaliente.

Muchas gracias.