viernes, 5 de febrero de 2010

LA EVALUACIÓN FINAL

¿Creo que al terminar cada curso, nos deberíamos preguntar cómo terminamos?

Qué cómo termino yo, pues podría decir que sobreviví al proceso, me explico. Durante esta asignatura hemos pasado por un sinfín de cosas, desde la rosa de los vientos, el momento en que nos convertimos la gran mayoría en observadores, el momento en que presentamos música, la presentación de los trabajos de investigación y finalmente la foto de familia. Creo que en pocas clases se tiene la oportunidad de participar tanto y de una forma tan amena.

Qué diría que es la deficiencia de esto, creo la mayoría de los componentes del grupo, que nos resistimos por etapas a participar en una actividad de aprendizaje diferente, pero y a qué se le puede atribuir tanto derroche nuestro de tiempo. Creo que a la inmadurez de nuestras grandes calzas, que no nos permiten bailar al son que nos pongan, sino al que ya “tenemos puesto”

Es triste, pero indudablemente creo que esa es la situación, pero, me pregunto por qué la gente no suele reaccionar de manera positiva, creo que está relacionado con lo anteriormente dicho “nuestras calzas” las tenemos ya tan confeccionadas que permitir que alguien las intente retocar es muy difícil. Es precisamente esta la cuestión que podría decir, si bien es nimia, es algo claro que me quedo en clase. Hay estudiantes que asisten a clases para aprender y después ser reflexivos y hay otros tantos que simplemente asisten aprehender.

Creo que es una buena propuesta para impartir clases, que elimina los exámenes y que incita al estudiante a PROFESIONALIZARSE.

Lo bueno

  • El trabajar fuera de clase

Primero me lleve una grata sorpresa cuando nos dijo el profesor que nos podríamos salir a buscar información fuera de clase, dije “a que bien me voy a tomar unos cafecitos” pero creo que según fueron transcurriendo los días fui comprendiendo el motivo de trabajar fuera de clase. El trabajo no lo hace el profesor, el trabajo lo hace.

  • El utilizar una vía alterna de comunicación

La utilización del Blog como medio alterno por medio del cual entregar los trabajos te transporta a dos dinámicas, la primera el auto aprendizaje, debido a que uno a la edad que mantiene es responsable de sus asuntos totalmente y segundo, me transporta a esta era cibernética en la cual nos encontramos.

  • El leer poesías y la música al iniciar la clase, el ejercicio de respiración.
  • La música que llevamos y el compartirla con los demás.

Lo que falto

  • El trabajo en equipo

Creo que los trabajos no se llegaron a consolidar y es que a pesar de que eran interesantes creo que las presentaciones restaron mucha calidad, ya que el proyecto no termina hasta que se presenta. Digo esto porque la mayoría de los que asistimos a clases e incluyendo al menos mi participó dentro de mi equipo creo se pudo haber hecho un trabajo mejor.

  • Profundizar más en el temario

Sin embargo puedo decir que me quedo satisfecho con el profesor, por la siguiente razón, creo tuvimos libertad suficiente para enfocar la asignatura y diseñarla según nos interesara, cosa que no suele pasar o supongo nunca pasa en una universidad.

Creo que si tuviera que quedarme con un momento, el que siempre recodaría sería esa primera clase, en la que se nos ofreció algo diferente, APRENDER DE UN MODO DIFERENTE “ENSEÑAR APRENDIENDO

Y la gran reflexión, como ya he venido mencionando, sería : de verdad los estudiantes buscamos una metodología de enseñanza diferente o es que sólo evadimos nuestras responsabilidades de universitarios. Trabajar en conjunton con el profesor.

Gracias Carballo, por lo bueno, lo malo y sobre todo, y lo más importante, por intentar cambiar este sistema de impartir clases.


CAPÍTULO OCHO

CAPÍTULO OCHO

LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

En el capítulo octavo, Sweezy, trata sobre la naturaleza de las crisis de tipo capitalista, citando a diferentes autores, puesto que Marx no llegó a realizar un análisis completo de esta materia. Cuando trata de la producción simple de la mercancía y las crisis, indica que en las condiciones de la producción de mercancías en el sistema capitalista, el sistema de transacciones se ha convertido en Dinero-Mercancía-Dinero, mercancía contra dinero y dinero contra mercancía, por lo que el acto del cambio se divide en dos partes, la compra y la venta, en el que el uso de la moneda es clave, puesto que es homogénea y permite posponer tanto el acto de compra como el de venta. Al poder posponer o interrumpir este intercambio, se puede iniciar un proceso que afecte a toda la economía, la cual necesita de este circuito en constante movimiento: producción-consumo. Si este circuito se interrumpe se produciría la sobreproducción, la cual podría provocar la crisis. La ley de Soy sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción, ya que a una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad. Marx dedicó a esta Ley una crítica en el momento en que Ricardo negaba la posibilidad de la sobreproducción general. En la forma de circulación M-D-M propia del sistema de producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Pero en la forma D-M-D, las dos “D” representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor. Ante la relación entre D-M-D y el problema de la crisis, hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia. El circuito de transacciones del capitalismo se realiza para la expansión del valor del dinero, por ello se pone el mismo en circulación, para obtener una mayor cantidad tras el proceso. Pero esta circunstancia solo se da para el productor capitalista, no para los trabajadores, que venden su fuerza de trabajo para conseguir mercancías que garanticen su subsistencia. Por lo tanto, el capitalista centra su interés en elevar lo máximo posible su tasa de ganancia. Si el productor capitalista advierte que el incremento de capital no va a ser tal, no dudará en retirar dicho capital de la circulación, al menos durante un tiempo. Si el incremento del capital desaparece o se vuelve negativo, el capital será retirado, se reducirá la circulación del dinero y comenzará una crisis. Si el incremento del capital no es tanto como se esperaba, se reducirán sus acciones. Puede ocurrir que se retire el dinero del mercado, pero si el capitalista desea seguir siéndolo, deberá reinvertirlo. En el caso de que la crisis ocurra en tan solo una industria, el capital se moverá hacia otras, pero en el caso de que sea una crisis generalizada se tendrá que posponer la reinversión hasta que aparezca un momento más favorable. Ahora bien, la posibilidad formal de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y el capitalismo, porque las interrupciones de compra-venta afectan al proceso en los dos casos. La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejaría de existir. También podría ocurrir, un descenso en dicha tasa y que los capitalistas redujeran sus operaciones lo bastante como para producir una crisis. En esos momentos, el capitalista debería elegir entre, introducir capital en el circuito o conservarlo, aunque pronto tendría que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista. Lo que puede suceder, es que ese aplazamiento del capital puede haber producido ya una interrupción y provocado la sobreproducción y la crisis, pero hay que decir, que no es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis; sólo con el descenso de ella puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y que dé lugar a una crisis. Se puede afirmar, que existen dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde una perspectiva causal, los dos tipos plantean problemas diversos: en un caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor; y en el otro, tiene que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda de mercancías, en el sentido de ser insuficientes para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en ambos los casos, es un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia, precisa un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.

CAPÍTULO SEIS

CAPÍTULO SEIS

LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA

A medida que se va produciendo la acumulación de capital paralelamente se va dando una mejora en la mecanización del proceso productivo. El mismo factor trabajo operando con un equipo más eficiente produce más rendimiento pero a su vez el capitalista tiene que realizar un desembolso en maquinaria y equipo respecto del desembolso total (composición orgánica del capital). Marx con su Teoría de la Ley quería mostrar los obstáculos por los que la producción capitalista no se desarrollaba indefinidamente. Esta ley consiste básicamente en que la composición orgánica del capital (0) es inversamente proporcional a la tasa de ganancia (g), suponiendo que la tasa de la plusvalía (p’) es constante. g=p’ (1-o) Una composición orgánica ascendente significaría que la productividad del trabajo crece pero a su vez es la tasa descendente de la ganancia y el fin del desarrollo capitalista.2. Las causas contrarrestantes Para Marx existen 6 “causas contrarrestantes” que anulan la “ley de la tasa descendente de la ganancia”, Sweezy solo examina cinco: 1. Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso creciente de maquinaria eleva la productividad del trabajo pero disminuye el valor por unidad del capital constante. Un aumento en la composición orgánica del capital, hace bajar el valor del capital constante actuando como correctivo.2. Aumento de la intensidad de explotación. Está relacionado con prolongar la jornada de trabajo. La tasa de la plusvalía aumenta ya que el trabajo necesario se realiza en menos tiempo y se realiza más trabajo excedente.3. Depresión de los salarios más abajo de su valor. Los capitalistas reducen los salarios cada vez que pueden.4. Sobrepoblación relativa. El uso creciente de maquinaria deja a cierto número de trabajadores libres, para que éstos no estén desocupados se crean nuevas industrias en las que la composición orgánica del capital es baja por lo que la tasa de ganancia es alta.5. Comercio exterior. En el comercio exterior en muchas ocasione se pueden obtener materias primas más baratas que las producidas en el propio país.3. Una crítica de la ley Sweezy se pregunta si es correcta la suposición de que la tasa de la plusvalía permanezca constante. Si aumenta la productividad del trabajo con la tasa de plusvalía constante, aumentarán los salarios reales por lo que esto beneficiaría tanto al trabajador como al capitalista ya que el tiempo que emplea el trabajador para sí y para el propio capitalista es el mismo y los dos se benefician de esta situación. Sweezy duda de que esto sea correcto. Según Sweezy la productividad del trabajo trae consigo tener trabajadores de reserva, éstos ejercen un efecto depresor de los salarios que a su vez tienden a elevar la tasa de la plusvalía. El trabajo pasado es capital constante y actúa como competidor y, por lo tanto, represor de las demandas del nuevo trabajo. Aunque Marx ya lo menciona en una de las causas contrarrestadoras de la ley, Sweezy mantiene que este efecto es una parte integrante del proceso productivo y no se debe dejar de lado. El autor demuestra que en multitud de pasajes Marx habla de cómo al aumentar la composición orgánica del capital aumenta la productividad del trabajo y ésta última, a medida que aumenta, va seguida de una más alta tasa de plusvalía. Teniendo en cuenta que tanto la productividad del trabajo como la tasa de plusvalía son variables, entonces sería muy difícil saber hacia dónde se dirige la tasa de ganancia. La tasa de ganancia disminuiría si el porcentaje de aumento de la tasa de plusvalía es menor que el porcentaje de disminución del capital variable respecto del capital total (1-composición orgánica del capital), (1-o).A partir de aquí el autor se cuestiona si Marx ya tuvo en cuenta esto y formuló la tasa de plusvalía como constante ya que la composición orgánica aumentaría mucho más que ésta y dominaría los cambios en la tasa de ganancia. Muchos escritores marxistas subsecuentes han tomado la composición orgánica en términos físicos asignándole grandes cambios. Sin embargo Sweezy mantiene que es una expresión de valor, por lo tanto, debido al aumento de la productividad del trabajo de manera constante, no se puede asignar el crecimiento en el volumen de materiales y maquinaria por obrero a los cambios de la composición orgánica del capital. Sweezy argumenta que no hay ninguna suposición por la que los cambios en la composición orgánica serán tan superiores como para dominar los movimientos de la tasa de ganancia. Por tanto, según palabra de Sweezy “la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia por Marx no es muy convincente”. A continuación Sweezy hace una aclaración en la que dice que la tasa de ganancia si puede bajar solo que no se puede demostrar que baje tomando como punto de partida la composición orgánica ascendente del capital. Es más, la acumulación de capital trae consigo una constante disminución de la tasa de ganancia y que el capitalista mediante la introducción de ciertos recursos procura mantener la tasa de ganancia en el nivel anterior a la disminución. Por último Sweezy mantiene que hay otras fuerzas que tienden a elevar o a disminuir la tasa de ganancia: 1. Sindicatos. Los trabajadores de reserva ya mencionados son un obstáculo importante para los obreros por lo que éstos se agrupan en sindicatos para poder controlar la oferta de trabajo. Por tanto, ejercen un efecto depresor en la tasa de ganancia.2. Acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Son por ejemplo la limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro contra el desempleo, etc. Tienden a reducir la tasa de ganancia.3. Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición del capital frente al trabajo, por lo tanto, ayudan a ascender la tasa de ganancia.4. Exportación del capital. Impide que la acumulación de capital imprima todo su efecto depresivo en la tasa de ganancia.5. Formación de monopolios. Los capitalistas individualmente forman monopolios para mejorar su propia tasa de ganancia.6. Acción del Estado en beneficio del capital. Un ejemplo son las tarifas protectoras.

CAPÍTULO CINCO

CAPÍTULO CINCO

LA ACUMULACION Y EL EJERCICIO DE RESERVA



El capitulo comienza con la análisis de la estructura del capitalismo de Marx, que ha llamado “Reproducción simple”. Este concepto consiste en que la escala de la producción no cambia de un año a otro. Esta producción se divide en dos grandes ramas: Producción de medios de producción; producción de artículos de consumo El capital constante empleado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al capital variable más la plusvalía de la rama que producen los medios de producción. Es la condición básica de la “Revolución simple”, es la oferta total de mercancías. Aparte de estas dos categorías de producción existe el ingreso, que se divide en tres categorías:- El ingreso del capitalista que debe gastar en medios de producción para mantener su posición.- El ingreso del capitalista que es libre de gastar en el consumo.- El ingreso del trabajador. Estos tres constituyen la demanda de mercancías. Para que haya un equilibrio en este sistema, la suma de la demanda y de la oferta de mercancías debe balancearse. Este sistema no existe en la realidad. “La reproducción simple” omite de tener en cuenta el interés del capitalista a ampliar su capital, omite la acumulación del capital que constituye la fuerza motriz del desarrollo del capitalismo. Un factor de los capitalistas para la acumulación es emplear los métodos técnicos más avanzados y eficientes. El objetivo es obtener más plusvalía. Marx la va a llamar la “Reproducción Ampliada”. Este concepto muestra la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación se tiene en cuenta (cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía). La acumulación conlleva un aumento de la demanda de fuerza de trabajo, pero la fuerza de trabajo no se vende a su valor, no hay igualdad entre fuerza de trabajo y salarios. La plusvalía depende de la diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce. La solución de Marx a este problema es el “Ejército de reserva de trabajo”. Consistente en obreros desocupados que, mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante hacia abajo en el nivel del salario. El empresario reduce el salario sustituyendo empleados por maquinas. El principio del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición particular sobre la población para Marx. Es lo que lo opone a las teorías clásicas. En las teorías clásicas, los salarios se regulan según factores externos al sistema como la población. En la teoría de Marx son principalmente las innovaciones tecnológicas las que se utilizan para economizar trabajo, como se recluta el ejército de reserva, y solo por la existencia continua del ejército de reserva deben existir la plusvalía y la clase que ella sostiene.

CAPÍTULO CUATRO

CAPÍTULO CUATRO

PLUSVALÍA Y CAPITALISMO



En este capítulo el autor trata de explicar la diferencia entre producción de mercancías en general y capitalismo. En la producción simple el productor tiene los medios con los que él mismo trabaja, bajo el capitalismo la propiedad de los medios y el trabajo realizado corresponden a grupos diferentes de individuos, asimismo, tanto fuerza de trabajo como medios de producción en el capitalismo son considerados como mercancías poseedoras de valor de cambio. Aquí radica una de las características clave para identificar el capitalismo: la compra y venta de la fuerza de trabajo. Otra de las diferencias que encontramos es la desigualdad en el circuito de transacciones realizadas en ambos sistemas, siendo Mercancía-Dinero- Mercancía en la producción simple, en el que la mercancía final tiene un valor de cambio mayor y Dinero- Mercancía- Dinero en el capitalismo, en el que la última cantidad de dinero es superior y éste es el objeto de toda la transacción. Este incremento de dinero es lo que Marx define como plusvalía. Más adelante, encontramos una reflexión sobre lo que significa la adquisición de la fuerza de trabajo, que no es más que la adquisición del propio trabajador por cierto periodo de tiempo, el valor de esta mercancía se determina en función del valor de los medios de subsistencia que necesita el trabajador para su mantenimiento. Esto nos conduce al análisis de la plusvalía, ¿cómo se consigue ésta? Se consigue debido a la combinación que realiza el trabajador de trabajo necesario y trabajo excedente, en el que trabajo necesario corresponde al equivalente para la manutención del trabajador y el excedente es mediante el que el poseedor de medios de producción obtiene su plusvalía. En último término hallamos un análisis más técnico de los componentes del valor existentes, tales como el valor total de una mercancía (= capital constante+ capital variable+ plusvalía), así como la tasa de plusvalía (proporción de la plusvalía respecto al capital variable), la tasa de explotación y la composición orgánica del capital.

CAPÍTULO TRES

CAPÍTULO TRES

EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO


En toda sociedad, desde la más primitiva hasta la más avanzada, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. El valor del cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo, y es en este sentido como la teoría del valor ha constituido el punto de partida tradicional de la moderna economía política. Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo, o sea, en otras palabras, que las mercancías cuya producción requiere un tiempo igual se cambian sobre la base de uno por uno. Tenemos que introducir dos calificaciones obvias. En la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el “socialmente necesario”, es decir, necesario en las condiciones sociales existentes. “El tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado”. En segundo lugar, el trabajo más calificado que el trabajo medio –o simple- debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos. En la práctica, las diferencias en pericia pueden ser el resultado de una combinación de diferencias de habilidad y diferencias de entrenamiento. La influencia ejercida por la habilidad y el entrenamiento solo se hace sentir lentamente y de modo imperfecto, y con frecuencia en formas no evidentes. Por esta razón Marx hizo notar que “las diferentes proporciones en que diferentes clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado como su norma, son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y, en consecuencia, parecen ser fijadas por la costumbre”.


El papel de la competencia


Del ejemplo del ciervo y del castor de Adam Smith se deduce que: los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentarse en el curso del cambio, transfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra. Dada esta clase de competencia en una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. La relación de demanda y oferta esta explicada en el volumen III del Capital, otros autores como Oskar Lange lo definen como un “mecanismo equilibrador”, Marx sigue su línea de explicación en Valor, precio y ganancia así: “En el momento en que oferta y demanda se equilibran mutuamente, y, por lo mismo, cesan de actuar, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real.”


El papel de la demanda


Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: en primer lugar, la información sobre el costo relativo en trabajo, del castor y el ciervo; y en segundo lugar, la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y de otro. Con esta información se puede determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad en cuestión. Es un “equilibrio” por que define el estado de las cosas que, si no ocurre ningún cambio en las condiciones básicas, persistirá; y es “general” porque no solo se establece el valor relativo del castor y del ciervo, sino que también se establecen las cantidades de castor y de ciervo producidas y la distribución de la fuerza de trabajo en la sociedad. En la medida que se acepta la proposición de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, parecería que no podemos escapar del todo a la conclusión de que los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción, más bien por la vía de las valuaciones subjetivas de los consumidores. En el anterior capitulo hemos visto que la teoría del valor está hecha para tomar plenamente en consideración las relaciones productivas peculiares a la producción simple de mercancías. En el capitulo siguiente se explica cómo la teoría de la plusvalía sostiene este criterio en el caso del capitalismo, que es una forma avanzada de producción de mercancías. Los economistas ortodoxos, aunque en su mayoría abordan el problema del valor por la vía de una teoría de la opción de los consumidores, se han visto generalmente obligados en la práctica a reconocer la primacía de la producción y de la distribución del ingreso, siempre que tocan las cuestiones de la evolución económica. Schumpeter es uno de ellos, quien observa que aun los cambios espontáneos en los gustos de los consumidores no tendrán probablemente importancia, a menos de que ocasionen transferencias en el ingreso real. Lo que a Schumpeter realmente le interesa son los ciclos económicos y las tendencias de desarrollo del sistema capitalista, para él la teoría de la opción de los consumidores es poco o nada pertinente. Otros analistas del ciclo económico son los keynesianos. La demanda juega un papel muy importante en su análisis, pero lo que tienen que decir de ella está dominado por la distribución del ingreso, esto es, por las relaciones de producción existentes.


“Ley del valor” vs. “Principio de planeación”


Lo que Marx llamaba “la ley del valor” resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula:

· Las proporciones del cambio de mercancías,

·
La cantidad producida de cada una y,

·
La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.


La condición básica para la existencia de una ley del valor es una sociedad de productores privados que satisfagan las necesidades por el cambio entre ellos. La ley del valor es esencialmente una teoría de equilibrio general desarrollada en primer término con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. La función de la ley del valor consiste en explicar cómo sucede esto y cuál es el resultado.


El valor y el precio de producción


El precio según la expresión de Marx en el capital, es la expresión monetaria del valor. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales; las desviaciones no son arbitrarias ni carecen de explicación, la teoría del precio de producción contradice a la teoría del valor, es, por lo tanto, todo lo contrario de la verdad.


Precio de monopolio


La introducción de elementos de monopolio en la economía, dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones de valor cualitativo, no. La existencia del monopolio en sí misma no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías: la organización de la producción a través del cambio privado de los productos individuales del trabajo. Esto quiere decir que aun bajo condiciones de monopolio podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades del tiempo de trabajo, a pesar del hecho de que las relaciones cuantitativas precisas implicadas en la ley del valor han dejado de ser válidas.

CAPÍTULO DOS

CAPÍTULO DOS

EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO


Marx define la mercancía como lo producido por el hombre para el cambio, siendo éste el que produce la división del trabajo y que aunque la producción de mercancías no es una expresión directa del hombre, sí es la forma inevitable de vida económica, estando condicionada históricamente. En contraposición está Adam Smith, que dice que la causa del aumento de la producción está en la división del trabajo. Así es ésta la que provoca el cambio, y no la producción, como diría Marx. Para éste último, la producción esconde relaciones sociales subyacentes, ya que las mercancías son fruto de distintos trabajos relacionados entre sí, y es el economista el que debe descubrirlas, afirmando que la economía política ha de adquirir también carácter cualitativo y no sólo cuantitativo. Es aquí donde los métodos de economía política toman relevancia más allá de lo puramente cuantitativo, y pasan a los cualitativos. El valor de cambio de Smith es de validez cuantitativa, pero la economía política de Marx contiene elementos cualitativos:- Valor de uso (de utilidad): Es la relación que existe entre el consumidor y el objeto consumido, es lo que ahora se llamaría “utilidad”, y Marx lo apartaba de su estudio de economía política. Pero esto no resta valor al valor de uso en la economía política, sino que es igualmente esencial para la producción, para el consumo, por lo que no aparece excluido de los factores que dictan los fenómenos económicos.- Valor de cambio (que producido por la división del trabajo y la producción privada) como forma exterior de relación social entre los propietarios de mercancías y los productores individuales que trabajan aisladamente de los primeros. Aquí también existe un valor oculto en las mercancías, que es el trabajo abstracto (importante concepto en el pensamiento de Marx al ser el denominador común de todas las mercancías), una abstracción del propio capitalismo y no dictada por Marx, dice Sweezy. Así, la importancia del volumen total de la fuerza de trabajo social y de su nivel general de desarrollo, provee una porción de trabajo humano respecto a la demanda cambiante del capitalismo. Dice que la indiferencia es típica en la sociedad capitalista en cuanto a los particulares trabajos, donde los individuos pasan fácilmente de un trabajo a otro para generar riqueza.- Trabajo y valor: El trabajo tiene dos aspectos clave, uno correspondiente al valor de uso, y otro al valor de la mercancía que produce. La relación existente del valor con el trabajo es cualitativamente una parte misma del trabajo pues es fuerza humana creadora de mercancías. Por otro lado, es fuerza humana gastada en torno a un fin específico, siendo un atributo útil que produce esos valores de uso.- Trabajo abstracto: Este concepto hace referencia, en palabras textuales de Marx, al “trabajo en general”. Esto permite comprobar que la suma de la fuerza de trabajo social susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad. Presupone que el capitalismo es una fuerza muy superior a las demás formas anteriores de sociedad.- La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor: Es obvio que las tareas más significativas del ámbito cuantitativo están basadas en datos de análisis cualitativo, y a esto llegó Marx tras su periplo metodológico, que le hizo modificar poco a poco sus ideas y perfeccionarlas. Y es que, por el mero hecho de que una mercancía es un valor, ha tomado parte de la actividad que produce la riqueza de la sociedad, y aquí las simplificaciones en abstracto, como conceptos cualitativos, sirven como categoría cuantitativa, diferente del valor de cambio, que a su vez proporciona la magnitud del valor de cambio.- El carácter fetichista de las mercancías: Marx dijo en El Capital que la relación entre los hombres en la producción de mercancías “adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Y esto sólo es alcanzable cuando llegados a un punto en la historia en el que la producción de mercancías está tan desarrollada que su materialización en las relaciones sociales es concluyente. Y de esta manera el orden social derivado de ello se convierte en, según Lukacs, una “segunda naturaleza”. Y es que, además, se ve al sistema actual como verdadero, como óptimo, y a los demás anteriores sólo como meras fases imperfectas, antesalas del capitalismo perfecto y puro en todas sus categorías, dando poder autónomo a cada uno de los factores de producción, pero que no deja de ser una mistificación del modo de producción capitalista. Sweezy dice que aquellos defensores del capitalismo, los que viven bajo sus formas, admiten al mismo como una representación de las relaciones sociales. Es decir, que aunque se puedan hallar ocultas, las relaciones sociales derivadas del sistema capitalista han dado otra racionalidad a la economía dejando ver que sin el capitalismo el desarrollo sería inimaginable. Pero es que, del mismo modo, afirmamos y reconocemos, casi sin pensar en ello, que cada uno somos propietarios de una mercancía, y los que sólo disponen de la del trabajo no están ya exactamente en el plano igualitario, que se supone determina el condiciones prescritas por los que poseen los medios de producción; es decir, está siendo explotado. Capitalismo y la teorización del concepto de mercancía, pues el que posee sólo su fuerza de trabajo está por debajo del terrateniente y no sabe que está obligado, subyugado, a las a las condiciones prescritas por los que poseen los medios de producción; es decir, está siendo explotado.